Por: João Vitor Santos | Traducción: Juan Luis Hermida | 17 Julho 2017
Él tiene 52 años, es casado y padre de dos hijos. Trabajó como profesor de tenis e importador de muebles, pero hoy enfrenta el desafío de vivir una verdadera cruzada para combatir el abuso sexual de niños. Su frente de batalla es la página en el Facebook Cruzada Francisa, por medio de la cual recibe denuncias de casos y articula apoyo a las víctimas y sus familias. La vida de Rufino Varela cambió desde que reconoció públicamente los abusos que sufriera a los 12 años de edad, dentro de una escuela católica en Argentina. Pero no es cualquier escuela, es una de las más tradicionales del país, el Cardenal Newman. Recientemente, el colegio se volvió noticia por destacar que entre sus ex alumnos con notoriedad en la sociedad está el actual presidente argentino Mauricio Macri, además de varios miembros de su gobierno.
Varela tenía 12 años cuando fue abusado por el padre irlandés Finnlugh Mac Conastair, conocido en el colegio como padre Alfredo. Su historia se hizo pública esta semana, cerca de seis meses después de contar en detalles los abusos al periódico La Nación. Desde entonces, Varela dice que viene reuniendo el testimonio de otros ex alumnos, llegando ya a 22 casos relatados. La dirección del Newman informa que cinco estudiantes se presentaron a una comisión de psicólogos creada especialmente para tratar de esos casos. Sin embargo, reconoce que el número de víctimas puede ser muchos mayor y que muchos ni siquiera quieren revivir sus historias de abusos.
Página de Facebook de Cruzada Francisa (Foto: Reproducción Facebook)
Era cerca del mediodía cuando, en 1977, el niño Varela buscó al padre Alfredo para denunciar que un funcionario de su familia abusaba de él. El religioso lo llevó para su cuarto y, debajo de un cobertor, obligó al chico a bajarse los pantalones e, boca abajo, acarició al niño en cuanto le preguntaba detalles del abuso que había sufrido. Después de eso, el padre le habría dicho, según el propio Varela relata el periódico El País: “estamos en paz y este es un secreto entre nosotros y Dios.” Después, todavía quiso darle algunos dulces al niño, que lo empujó y volvió llorando para su clase.
Fueron muchos años hasta que Varela consiguió elaborar lo que había pasado. Aunque la historia fuera conocida entre un círculo pequeño de amigos, decidió hacer público el caso así que supo que el colegio estaba programando un evento para condecorar a Macri, un ex alumno que llegara a la presidencia. Antes, sin embargo, Varela escribió al director contándole lo que sufriera y pidiendo que, así como ocurría la condecoración a Macri, le fuese dado un pedido público de disculpas, hecho que nunca ocurrió.
Desde que hizo pública la historia, Varela ha sido acusado por un ex colega de manchar la imagen del colegio Cardenal Newman por oponerse al destaque que le dieron a Macri. Pero, en entrevista al periódico El País, él destaca que también ha recibido muchas manifestaciones de solidaridad por su acto. “El abuso no es ni de derecha ni de izquierda, no es católico, judío o protestante. Sucede con personas pobres o ricas. El agresor escoge su víctima por una cuestión de oportunidad y de estudiar, pero no pide nada para que todos estén expuestos”, dice él en la entrevista.
Cardenal Newman es una de las pocas escuelas en Argentina que permanece apenas para hombres. Fue fundada en 1948 por la congregación Irish Christian Brothers en San Isidro, en la periferia de Buenos Aires. Hace una década es administrada por laicos, El 10 de abril, el superior regional de la congregación admitió la existencia de abuso en el pasado y pidió disculpas a todas las víctimas de la escuela en una carta pública.
Fachada principal del colegio cardinal Newman (Foto: cardinal Newman)
Varela contó a El País que, semanas atrás, recibió un e-mail de la policía irlandesa en que pide para ayudar a entrar en contacto con otras víctimas y abusadores que todavía podrían estar vivos. El padre Alfredo murió en 1997, pero el director de la escuela durante los años 70, John Burke, estaría en Irlanda. En 1981, Burke jubiló al padre Alfredo sin informar las causas, que pasó a vivir en la casa parroquial José León Suárez, en la provincia de Buenos Aires.
En la semana pasada, otro ex alumno de la escuela, Guillermo Newbery, dijo a la revista Noticias que denunció en 1964 al entonces director del primario, padre Derham, por acariciar varios de sus colegas. De acuerdo con el semanario, el padre fue transferido para una escuela en Montevideo y Newbery expulso del colegio Newman.
El relato de Varela vuelve a flote en medio a un estado de choque en el que se encuentra la comunidad argentina. Hace algunos meses, relatos de abusos sexuales de todos los tipos que sufrieron alumnos del Instituto Próvolo de Mendoza en La Plata, se hicieron públicos. Eran cinco niños sordos y muy pobres que eran seleccionados por una hermana religiosa que los entregaba a padres pedófilos. El país todavía colecciona otros casos como el del sacerdote Julio Grassi, que era una verdadera celebridad y circulaba por la alta sociedad argentina en la década de 1990. Al frente de la fundación Felices los Niños, llegó a atender a más de 6 mil menores abandonados. En 2002, el programa de televisión Telenoche reveló que tres niños pobres, que tenían entre 14 y 16 años de edad y dependían de Grassi para todo eran sometidos a los más sórdidos abusos.
En Argentina, Chile, Méjico, Perú y República Dominicana víctimas de clérigos pedófilos se unen para romper el silencio en torno del tema. En una acción similar a la de Varela, crearon la red llamada Unidas. Por ocasión de la fundación de Unidas, en el inicio de 2015, los integrantes pidieron al Papa Francisco que tome acciones efectivas y someta a la justicia civil a los responsables que encubren los crímenes. En carta, afirman que “solamente con una profunda reforma de la Iglesia y el juicio civil de los culpados comenzará el final de ese gran holocausto de millares de niñas y niños sacrificados para evitar el escándalo y salvaguardar la imagen y el prestigio de los representantes de la Iglesia Católica en el mundo.”
En el segundo semestre de 2015, la Conferencia de los Obispos de Argentina publicó un guía, aprobado por el Vaticano, que indica a las autoridades eclesiásticas como proceder en casos de denuncias, explica tipos de acción penal e informa cuando el delito prescribe. Fue una de las acciones de la comisión creada para investigar y trabajar por la disminución de los casos de abusos cometidos por el clero. En el inicio de este año, el Consejo Episcopal Latino-Americano (CELAM) decidió trabajar sobre el guía a través de un curso que promovió a los clérigos. El curso fue ministrado por el padre Jordi Bertomeu, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, enviado por Roma “para instruir a los obispos latino americanos sobre la tarea de la Iglesia en la protección de menores.”
Entre los desafíos del pontificado Francisco es movilizar la curia en acciones contra la pedofilia en la Iglesia (Foto: Religión Digital)
El Papa Francisco viene tomando algunas iniciativas de combate a la pedofilia en la Iglesia Católica desde el inicio de su pontificado. Sin embargo, existen críticas a la manera como la cuestión viene siendo conducida por la jerarquía de la Iglesia, con procesos demorados, poca atención dada a las víctimas y falta de reglas claras para castigar sacerdotes y obispos que cometen abusos y los encubren. En marzo de 2014, él crea la Pontificia Comisión para la Protección de Menores. De carácter consultivo el órgano tiene 18 miembros, con integrantes de ambos sexos, tanto religiosos cuanto laicos (incluyendo abogados, psicólogos y psiquiatras). Dos de los miembros originales del grupo, la irlandesa Marie Collins y el británico Peter Saunders, fueron invitados específicamente por haber sufrido abuso sexual por parte de sacerdotes y de hacer parte de organizaciones de apoyo a las víctimas.
Sin embargo, la Comisión se ha vuelto noticia mucho más por las cuestiones internas de que por el hecho de haber abierto la caja negra de la pedofilia en organismos de la Iglesia Católica. En setiembre del año pasado, Peter se licencia del grupo. Antes de él, Claudio Papale, italiano profesor de Derecho Canónico de la Pontificia Universidad Urbaniana, ya había dejado el grupo. En este año, fue Marie Collins quien salió de la Comisión. En la ocasión, denunció la resistencia y la falta de cooperación que la Comisión enfrenta por parte de la Congragación para la Doctrina de la Fe – CDF y de algunas autoridades vaticanas.
Luis Francisco Ladaria Ferrer (Foto: Wikipédia)
Se especula que entre una de las resistencias vaticanas estaba personificada en la figura del cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la CDF, que dejó el cargo en junio de este año. Sobre la decisión de cambiar al prefecto de la Congragación pesó también la cuestión de la pedofilia y la difícil relación con la Comisión Pontificia para la protección de los menores, sobre la dirección del cardenal O´Malley, de Boston. Müller fue substituido por Don Luis Francisco Ladaria Ferrer, jesuita, Arzobispo titular de Tibica, que era secretario de la CDF.
El año pasado, la película Spotlight trajo a la luz el tema de la pedofilia en la Iglesia Católica. Dirigido por Tom McCarthy y escrito por McCarthy y Josh Singer, la trama estadounidense trata de la investigación, por un equipo del periódico The Boston Globe, de los casos de abuso sexual y pedofilia por miembros de la arquidiócesis católica de Boston. Esta investigación recibió el Premio Pulitzer de Servicio Público en 2003.
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Más un escándalo de pedofilia envolviendo la Iglesia choca Argentina - Instituto Humanitas Unisinos - IHU