08 Novembro 2017
"Refugiados y migrantes en un mundo globalizado. Responsabilidad y respuestas de las Universidades” es el tema de la Conferencia Internacional que se realizará del 1 al 4 de noviembre de 2017 en la sede de la Pontificia Universidad Gregoriana (PUG) de Roma. El papa Francisco encontrará a los participantes del evento para compartir sus propias reflexiones sobre el argumento.
El principal organizador de la Conferencia es la Federación Internacional de las Universidades Católica*(FIUC). Además, estarán presentes representantes de instituciones como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR) y el Jesuit Refugee Service (JRS), comprometidos en la instrucción a los refugiados.
Para entender más sobre las reflexiones del papa Francisco y el desafío de las Universidades en materia conversamos con Michael Czerny S.I., Sub-Secretario de la Sección Migrantes y Refugiados (M y R) del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (SDHI) de la Santa Sede. Por el momento el Papa está guiando personalmente a la Sección.
“Desde el comienzo de su pontificado, utilizando tanto palabras como hechos persuasivos, el papa Francisco ha animado a la Iglesia a acompañar a todas las categorías de personas que se ven obligadas a huir. En 2017, estableció la Sección de M y R para ayudarlo a implementar este gran objetivo pastoral” dijo a Aleteia P. Michael Czerny S.I., 71 años, de origen checoslovaco y radicado con su familia en Canadá a la edad de dos años y medio. “Hay que ponerse en los zapatos de los migrantes y refugiados, escuchar sus historias”, aseguró.
La entrevista es de Ary Waldir Ramos Díaz, publicada por Aleteia, 28-10-2017.
¿Cree usted que la globalización de la indiferencia muestra su peor cara en el caso de los refugiados y migrantes, especialmente en la falta de oportunidades educativas?
“¡No! La indiferencia, se puede decir, tiene muchas variables, muchas caras. Pero, es cierto que la problemática de los desplazamientos forzosos de las personas nos da una muestra importante, hasta cruel, de esta indiferencia. El problema es que nuestras sociedades son organizadas de manera que mantienen varios aspectos de la indiferencia. Para citar un ejemplo, muchas de las personas sin techo son víctimas de enfermedades mentales. Y no sabemos como ayudarlas, no sabemos dar una respuesta institucional y tampoco personal. Entonces, no se puede decir que la situación de un sin techo, es menos grave de la que vive un migrante forzado o un solicitante de asilo. La indiferencia es globalizada y generalizada. Por lo tanto, los recién llegados al país también sufren la indiferencia”.
Respecto a la conferencia que se prepara en la sede de la PUG del 1 al 4 noviembre…¿Cuál será el aporte de la sección especial M y R querida por el papa Francisco en materia de educación superior para ayudar a los migrantes y refugiados a mejorar su instrucción y salir de su marginación o gueto?
“El punto de partida es la vocación de las universidades. No se trata de decir que tengan que convertirse en otra cosa. Las universidades tienen que cumplir su vocación a fondo. Eso se traduce en la investigación, en la enseñanza, pero también en la proyección social. Nuestro aporte será recordar a las universidades las varias dimensiones de su vocación respecto a la mucha gente que se encuentra huyendo de la persecución, de la violencia, de la pobreza, de los graves cambios climáticos. La universidad debe ayudar a salir de la marginación, pero si se acomoda en el ‘gheto’ de sus privilegios y de su tranquilidad, no va a poder responder o lo hará superficialmente”.
¿Dé que estamos hablando en concreto; becas, programas más abiertos que inciden en la cultura o la sociedad?
“Vamos a proponer una carta de elementos que pueden perseguir las universidades católicas. Pero, para nosotros lo más importante no es señalar este u otro programa, o becas de estudio, sino de cumplir con la vocación universitaria en relación a la sociedad de hoy. Por ejemplo, una universidad que no es autocrítica en su manera de enfrentar las ideologías, el racismo, la xenofobia no esta contribuyendo ‘universitariamente’ a la sociedad de la cual es huésped. Tener muchos doctorados, títulos, becas y dinero es secundario a la vocación, a la misión, que la universidad debe cumplir con la sociedad”.
El Papa ha dicho una vez a una universidad pontificia: “La teología se hace de rodillas”…¿Probablemente también la academia también se hace de rodillas?
“¡Eso! Pero, también caminando, no solo de rodillas ante el Sagrado o en un salón o en un laboratorio, se hace caminando saliendo al encuentro de la sociedad”.
¿Por qué es tan difícil entender la concepción que Francisco nos invita a plantearnos de que los migrantes son nuestros hermanos y hermanas en búsqueda de una vida mejor?
“Para comenzar con lo más común, se trata del fruto del pecado. La muestra más difusa del pecado es el desconocimiento de mi hermano y de mi hermana como tal. Por el contrario, estoy siempre tentado a tratarles como obstáculos, o aún peor como enemigo de mis intereses. Este pecado es fundamental. Quizás necesitamos un examen de conciencia: ¿Cuáles son los intereses de nuestra universidad católica que ocultan los rostros fraternos que buscan acogida entre nosotros? ¿Cómo es que, desde nuestro lugar privilegiado, académico, católico, no los vemos?”.
¿Cuál es el aspecto más difícil por cumplir desde la misión de las universidades en el llamado de Francisco en ‘acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes y refugiados?
“El obstáculo más frecuente es el estar ‘demasiado ocupados’ y apurados; no tenemos tiempo para respirar, menos para escuchar. La Universidad se auto genera una serie de deberes, de tareas, de quehaceres. Y cómo dijo Jesús a Marta: ‘afanada y turbada estás con muchas cosas, pero sólo una cosa es necesaria’ ” (Lucas 10).
¿Cuáles son esos aspectos que olvidamos desde una perspectiva más personal?
“En este momento no tenemos la capacidad, la facilidad y la costumbre de ponernos en el lugar del otro. Estoy convencido que todo sería distinto si escucháramos la narración de un refugiado que busca asilo o de un migrante que busca un nuevo futuro. Si escucháramos algo de su historia, diríamos instintivamente: ‘En su lugar yo hubiera hecho exactamente lo mismo, pero yo no hubiera reaccionado con tanta paciencia’. Ellos enfrentan a cosas terribles con paciencia y esperanza. Después de un poco de interacción no podemos sino reaccionar con simpatía y con comprensión. Lastimosamente, en eso los medios de comunicación nos están inundando con una selección perversa de imágenes y noticias, sin darnos mucho acceso a la amplitud y la profundidad del fenómeno”.
Habrá un pacto global sobre los refugiados y un pacto global para una migración segura, ordenada, regular y responsable. Ambos, deben acordarse a finales de 2018 en la ONU. ¿Cuál será el aporte de la Sección especial M y R?
“Con el fin de contribuir a estos procesos, la M y R, guiada por el Papa, ha preparado dos documentos. Los Veinte Puntos de Acción Pastoral son para uso de las diócesis, parroquias, congregaciones religiosas y movimientos de la Iglesia, y de las escuelas, grupos y otras organizaciones de la sociedad civil, que se ocupan de los “forzados a huir”. Los puntos son prioridades pastorales para programas locales y tema clave para homilías, educación y medios de comunicación. La M & R invita a todos a unirse a la reflexión, la oración, la comunicación y la acción. Los Veinte Puntos de Acción para los Pactos Globales se expresan en lenguaje legal y dan mayores detalles. Son para el diálogo con gobiernos y organizaciones internacionales, con la esperanza de ver estas preocupaciones incluidas en los dos Pactos Globales”.
El papa Francisco entregó a sus colaboradores un chaleco “salvavidas” de una niña siria de 6 años muerta en el mar Egeo junto a su familia. Hoy se encuentra en la sede de la Sección Migrantes y Refugiados (M y R). A la izquierda, Michael Czerny S.I., y a la derecha P. Fabio Baggio, ambos sub-segretarios de la Sección M y R del Dicastero para el Servicio de Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede.
La Sección Migrantes y Refugiados (M y R) es un departamento de la curia vaticana orientado a la acción pastoral y dirigido personalmente por el Papa Francisco a raíz de su convicción de que son necesarios esfuerzos y una atención especial para asegurar que los que se encuentran forzados a migrar no sean excluidos u olvidados.
La Sección M y R alienta la Iglesia Universal a asistir holísticamente todos los desplazados por causa de conflictos, desastres naturales, persecuciones y pobreza extrema, los que huyen en búsqueda de seguridad, los que se encuentran estancados en su viaje y las víctima de trata.
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Refugiados y migrantes, responsabilidad de las Universidades Católicas. Entrevista con Michael Czerny SJ - Instituto Humanitas Unisinos - IHU