27 Novembro 2017
Vicario de Familia, Padre Silvio Fonseca: “Si Ejército no aclara, sería visto como un Ejército asesino”.
El reportaje es de Israel González Espinoza, publicado por Religión Digital, 25-11-2017.
Entre los fallecidos había una mujer y dos menores de edad, quienes habrían muerto producto del enfrentamiento del Ejército con el grupo armado. Los cuerpos, encontrados en una fosa común tenían impactos de bala de grueso calibre.
El obispo auxiliar de Managua, Silvio José Báez Ortega y el vicario de Familia, Vida e Infancia del Arzobispado de Managua, Silvio Fonseca, se unieron a las voces dentro de la sociedad nicaragüense que claman por una explicación del Ejército de Nicaragua, por la muerte de seis campesinos en una comunidad rural del municipio de La Cruz del Río Grande, en la Región Autónoma de Caribe Sur (RACS).
Según reportan medios locales, los hechos habrían sucedido la mañana del domingo 12 de noviembre, tras una fiesta. Según la versión oficial, al menos seis personas se enfrentaron contra militares del Sexto Comando Militar Regional (SCMR) en la zona conocida como "comunidad San Pablo", jurisdicción de la municipalidad de La Cruz de Río Grande.
El grupo militar irregular habría sido dirigido por Rafael Pérez Dávila, quién bajo el pseudónimo de "Colocho" se habría declarado "alzado en armas" contra el gobierno del presidente Daniel Ortega. Las autoridades militares y gubernamentales han reiterado la versión oficial que no existen grupos armados contra el Ejecutivo, y que los choques armados obedecen a la lucha contra "delincuentes" que se dedican al robo de ganado y tráfico de narcóticos.
"Estos elementos delincuenciales su modo de operar es ese, la marihuana, la comercialización y cultivo de marihuana, más los robos, extorsiones y violaciones", afirmó el coronel Marvin Paniagua, jefe del SCMR, en declaraciones recogidas por el diario La Prensa de Managua.
Sin embargo, días después, tras investigaciones periodísticas del mismo rotativo se conoció que entre los fallecidos había una mujer y dos menores de edad, quienes habrían muerto producto del enfrentamiento del Ejército con el grupo armado. Los cuerpos, encontrados en una fosa común tenían impactos de bala de grueso calibre. Estas revelaciones dispararon las alarmas en el país.
"Exijamos respuestas al Ejército sobre los nicaragüenses muertos en La Cruz de Río Grande. ¿Por qué les dispararon? ¿Cómo se explica que entre los muertos haya dos niños y una mujer? ¿Por qué los enterraron en una fosa común?", escribió Monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de Managua, quién la semana pasada recibió un ataque verbal indirecto por parte del presidente Daniel Ortega.
Báez demandó al Ejército que aclarara la situación en la que habían fallecido las seis personas durante la acción militar desarrollada en el municipio de La Cruz del Río Grande. "Es algo indignante y doloroso la muerte de seis nicaragüenses en La Cruz de Río Grande.
El Ejército de Nicaragua debe esclarecer totalmente este hecho sangriento. Es algo gravísimo. ¡La vida de los seres humanos es sagrada!", pronunció el obispo a través de su cuenta en Twitter: @silviojbaez
Por su parte, el sacerdote Silvio Fonseca, vicario de Familia, Vida e Infancia del Arzobispado de Managua respaldó al obispo Silvio José Báez, y en declaraciones a La Prensa señaló que el Ejército de Nicaragua debe aclarar las circunstancias en las que sucedió el choque entre los militares y los campesinos, por su propio decoro e imagen ante la sociedad.
El padre Fonseca sentenció que si el Ejército no aclara la muerte de los campesinos, quedará ante la opinión pública como un "Ejército asesino".
"El Ejército corre el serio peligro, sino aclara esto, de ser calificado como un Ejército asesino. Ese es el peligro para el Ejército, lo más inmediatamente posible el Ejército debe de aclarar qué fue lo qué pasó allí; si fueron otros, tendrían que decir quiénes fueron, pero él tiene que salvar su honor", señaló el sacerdote.
Fonseca señaló también que otras instituciones estatales también deberían estar interesadas por el esclarecimiento del crimen contra seis campesinos en La Cruz del Río Grande. "Aquí hay dos situaciones graves, tanto el crimen que clama al cielo y segundo el silencio, no solamente del Ejército sino de otras instituciones del Estado que deben estar prestas inmediatamente a la clarificación del crimen y esto genera preocupación en el país porque significa de que estamos inseguros", puntualizó el padre Fonseca.
El problema de los presuntos rearmados o alzados en armas contra el gobierno de Daniel Ortega por su deriva autoritaria no es nada nuevo. El problema comenzó cuando el obispo de la Diócesis de Estelí (norte del país) Juan Abelardo Mata denunció la presencia de campesinos descontentos contra el régimen de Managua en 2009, tras las elecciones municipales del año anterior, en las que la oposición anunció un masivo fraude para favorecer al partido de gobierno adjudicándole la mayoría de los ayuntamientos.
El obispo Mata volvió a hablar de la existencia de rearmados en las montañas de Nicaragua en 2011, y fue atacado por el presidente Ortega en esa ocasión. De hecho, en la última conferencia de prensa de la Conferencia Episcopal de Nicaragua - en la que los obispos presentaron su nueva directiva para el trienio 2018-2020-, monseñor Mata, en calidad de nuevo vocero del Episcopado volvió a hablar del tema.
"Yo recuerdo cuando comenzaron los grupos armados en las montañas y nos dolía ver caer a campesinos, y pedimos al Gobierno que escuchara la voz de esa gente, sus razones para haberse armado igual que al movimiento campesino. Que escuche a la gente, que no es con antimotines que se solucionan los problemas, si no buscando los diálogos (...) ¿Qué respuesta hubo en una de las plazas de esta ciudad? Burlarse de mi apellido y ponerme apodos militares, cosa que está muy lejos de la posición de cualquiera de nosotros obispos", narró monseñor Juan Abelardo Mata.
Otro obispo que señaló existencia de grupos armados fue el franciscano Carlos Enrique Herrera Gutiérrez en 2013. En aquel año, el obispo denunció la existencia de personas alzadas en armas contra el Ejecutivo de Ortega, y sus denuncias nuevamente fueron tratadas por el Ejército y la Policía como grupos delincuenciales.
"Cuando uno actúa con violencia y quiere destruir lo contrario es porque hay un temor. (El Gobierno) no ha actuado con espíritu de llevar a construir la paz, no se está construyendo la paz de esta forma. (...) Va haber derramamiento de sangre si no se cambia la metodología del gobierno. Para que no se actúe de una manera, aunque uno tiene un derecho, debemos actuar con racionalización. Con una actitud de diálogo, promover un diálogo nacional. No sólo entrar así a la forma de contrarrestar una fuerza armada", expresó en una entrevista el obispo Carlos Enrique Herrera en octubre de 2013 al portal de noticias Confidencial de tendencia socialdemócrata.
(*) Nota del corresponsal: Las fotografías de los cuerpos de los campesinos asesinados, y enterrados en una fosa común circulan en las redes sociales, y en medios de comunicación de Nicaragua. Por respeto a las familias afectadas y nuestros lectores no las compartiremos.
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Nicaragua. La Iglesia pide al ejército aclarar la muerte violenta de campesinos - Instituto Humanitas Unisinos - IHU