04 Setembro 2017
Con las Fuerzas Alternativas Revolucionarias del Común (FARC), el grupo ex guerrillero mantuvo su sigla en esta naciente organización que, ahora en democracia y sin armas, espera disputar el poder y lograr paz con justicia social.
El reprotaje es de Katalina Vásquez Guzmán, publicado por Página|12, 03-09-2017.
La Plaza de Bolívar estaba a reventar. Con un lujoso cartel musical que incluyó a un hijo de Bob Marley, Ana Tijoux y otros, las Fuerzas Alternativas Revolucionarias del Común (FARC) lanzaron públicamente su partido político. El grupo ex guerrillero mantuvo su sigla en esta naciente organización que, ahora en democracia y sin armas, espera disputar el poder y lograr los cambios trazados por sus fundadores hace 54 años: paz con justicia social.
Frente a los más de mil ex combatientes que llegaron a la capital para estrenarse en la ciudadanía al discutir las apuestas y votar por los dirigentes del nuevo partido, el antiguo jefe de las Farc Rodrigo Londoño “Timochenko” inició su discurso recordando a Jorge Eliécer Gaitán quien hablaba del país político y el país nacional: “El Estado sigue representando actualmente los intereses de un grupo minoritario, cuando debiera representar todas las clases y defender especialmente a la que lo necesita, o sea la gran mayoría de los desheredados. Proponemos a Colombia poner fin a tan amarga realidad”.
Lo escuchaban en la plaza, además, decenas de miles de personas que se congregaron desde las dos de la tarde para el acontecimiento más inverosímil del último medio siglo en Colombia: la dirigencia y la base de las Farc reunida en el corazón del poder de Colombia, bajo el cuidado del Estado que antes fuera su enemigo, y en medio de coros, banderas y lágrimas de apoyo de miles de ciudadanos que aplaudían la entrada en la política de las Farc. En sus manos sostenían rosas rojas, símbolo del partido naciente que, durante la última semana realizó su primero Congreso logrando reunir por primera vez en la capital del país a su base guerrillera que hoy está en tránsito a la vida civil.
Con trajes formales, algunos, y otros aún con las botas, sombreros y ruanas campesinas, los ex combatientes colmaron la Plaza de Bolívar tras haber elegido en extensas jornadas de conversación y votación al grupo que dirigirá las nuevas Farc. 111 nombres, de ellos el 26 por ciento correspondiente a mujeres, fueron elegidos por los 1200 “delegados” que arribaron en carro, avión, lancha y hasta caballos desde los lugares más remotos del país donde están las llamadas zonas veredales ahora convertidas en Espacios de Reincorporación.
“Imagínese usted, cuando íbamos nosotros a pensar llenar esta plaza, y atentos que viene llegando una marcha con más gente, ¡el pueblo está llegando al poder!”, le dijo a PáginaI12 Rubín Morro desde la tribuna donde se alojó el ex Secretariado de FARC, con fuertes medidas de seguridad. Morro, quien ahora también se dio a conocer como poeta, integraba el quinto frente de las Farc y de guerrero pasó a ser uno de los directivos elegidos, donde están además de personas que estaban en armas, civiles: militantes del partido comunista clandestino y de organizaciones sociales y políticas como Voces de Paz y Marcha Patriótica.
Entre coros de reggae, música popular y son cubano, los farianos se fundieron en abrazos y aplausos también con indígenas, con jóvenes, profesores, trabajadores, estudiantes, periodistas, y ciudadanos de Bogotá que llegaron al sitio a curiosear el acontecimiento de la semana. Muchas víctimas, incluso que sufrieron a causa de las mismas Farc, estaban presentes en la Plaza de Bolívar así como integrantes de Naciones Unidas como Raul Rosende, congresistas e invitados internacionales. Ante cada asistente las Farc proyectaron videos de ex guerrilleros de base alterándolos con testimonios de sus comandantes donde le dicen adiós a la guerra, y piden perdón. Las imágenes, que pocos pasaron inadvertidas, fue interpretada como la forma en que la organización rebelde reconoció ante al país, ad portas de su entrada en la política, los daños que ha realizado en la guerra.
Pastor Alape, cuyo nombre de pila es Félix Antonio Muñoz, le dijo a este diario que se sentía por supuesto emocionado, pero además de ello que a partir de la fecha tiene un enorme sentimiento de “mucha responsabilidad y muchas preocupaciones en el sentido que este gobierno y el Estado en su conjunta pueda permitir que nos podamos desenvolver en la actividad política”, aseveró el líder que también quedó elegido en la dirigencia ocupando el séptimo lugar en el total de las votaciones. El primero lo ocupó Iván Marque, jefe negociador de la guerrilla en La Habana, por lo cual pasó automáticamente a encabezar la lista de Senado. Pablo Catatumbo, en segundo lugar, quedó a la cabeza de la lista de Cámara.
En tercer lugar y sorprendiendo a muchos pues no estaba en el secretariado de Farc, quedó Jesús Santrich, legendario en la guerrilla no solo por su limitación visual sino por su carácter y polémicas declaraciones y reacciones como la huelga de hambre que protagonizó recientemente para presionar la libertad de prisioneros políticos. Muchos de ellos estaban también en el polémico evento de lanzamiento del partido de FARC gozando de la libertad tras años de encierro y exigiendo que salgan los centenares de ex guerrilleros que siguen tras las rejas.
Pastor Alape agregó a PáginaI12 que además de la euforia y las preocupaciones “también existe toda la fuerza y la decisión de seguir arriesgándonos en la apuesta de la paz”. Es ampliamente denunciado el asesinato de líderes sociales en todo el país el cual va en aumento desde que inició la implementación del Acuerdo de paz, en diciembre pasado. Y también los ex combatientes están siendo asesinados. A la fecha van 10.
Pese a las dificultades, realidades del Acuerdo como el nacimiento del Partido FARC muestran que el tratado logrado en cuatro años de negociaciones en La Habana verdaderamente está cambiando y puede cambiar la historia de Colombia. “Se necesitan sin embargo muchos escenarios de reconciliación para poder ir generando una necesidad de podernos mirar y construir en reconciliación, no solo desde el poder y partidos sino desde las actividades más elementales del ciudadano”, agregó Pastor al término de una rueda de prensa previa al gran concierto donde once de los 111 dirigentes recién elegidos se presentaron ante los medios por primera vez con sus nombres reales en grupo.
En la noche, el número uno “Timochenko” – que sorprendió al ocupar el sexto lugar en las votaciones y no uno de los tres primeros como se esperaba – dijo estar seguro de que en la Nueva Colombia “seremos millones y millones”. Su estrategia será dirigirse a los indiferentes. “Cuando esa inmensa mayoría abstencionista se decida a actuar políticamente, cuando los desengañados con el sistema político definan creer en una alternativa nueva. No tenemos otra carta de presentación que nuestra historia de más de medio siglo dándolo todo, hasta la vida, porque nos permitieran abrir este espacio por el que puedan pasar todos”, sentenció en medio de aplausos y arengas de Vivan las FARC – antes impensadas por fuera de los escondites guerrilleros – el nuevo ciudadano y líder político antecediendo las trompetas de la Orquesta Aragón de Cuba que, con vientos dulces, cerró una noche que dividió la historia de la política en Colombia en dos.
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Colombia. Lanzamiento a plaza colmada para las FARC - Instituto Humanitas Unisinos - IHU