Por: João Flores da Cunha | Traducción: Juan Luis Hermida | 30 Setembro 2016
“¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?” Esa es la pregunta que los colombianos deberán responder el próximo domingo, 02-10-2016, en el plebiscito sobre el acuerdo de paz firmado entre el gobierno del país y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – FARC. Si aprobado, el acuerdo entre en vigor y dará inicio a un proceso de integración de los guerrilleros en la sociedad. Caso la población rechace su implementación, las negociaciones volverán a estaca cero.
La pregunta del plebiscito
(Imagen: Thinkstock)
De acuerdo con los estudios realizados en esta semana, el “si” debe vencer con más de 60% de los votos. El acuerdo de paz fue firmado formalmente el día 26-09-2016 en Cartagena por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y por el comandante de las FARC, Rodrigo Londoño, conocido como Timochenko. Ambas partes trataron el evento como el fin de la guerra en el país. Gobierno y las FARC ya habían aprobado en junio un cesar fuego “bilateral y definitivo”, que entró en vigor en agosto.
El proceso de paz entre el gobierno y la guerrilla cuenta con amplio apoyo internacional. Estuvieron presentes en la ceremonia de la firma el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y los presidentes de diversos países latino americanos, bien como el canciller de Noruega. Este país europeo y Cuba, además de la ONU, fueron los mediadores de las negociaciones oficiales, que tuvieron inicio en 2012.
En la ceremonia de la firma del acuerdo, Rodrigo Londoño pidió perdón a todas las víctimas en nombre de las FARC por “todo el dolor que hayamos podido causar en esa guerra.” Hubo un minuto de silencio en homenaje a las decenas de millares de víctimas del conflicto.
Las Farc son una organización guerrillera de orientación marxista-leninista, con foco en la lucha campesina, que domina parte del territorio colombiano. Formada en la década de 1960, la organización siempre emprendió su lucha política a través de las armas. A partir de ahora, las Farc abandonan la lucha armada y entran para la política institucional.
En su discurso en el día de la firma del acuerdo, Londoño propuso un pacto nacional “para que armas nunca más sean utilizadas en la política.” El acuerdo prevé el desarmamiento de las Farc en hasta 180 días. A partir de la conclusión de ese proceso, las Farc ganan el derecho de competir a las elecciones de 2018. El acuerdo también prevé que la organización tendrá una representación mínima de cinco diputados y cinco senadores por dos ciclos electorales (o sea, de 2018 a 2026) – mismo que no tenga en las urnas votos suficientes para tal.
Si el plebiscito consagrar el “si”, el país pasa a lidiar con el desafío de la justicia de la transición. Según los términos del acuerdo, los integrantes de las Farc que confiesen sus delitos cumplirán penas más blandas.
Hubo críticas de que la pregunta del plebiscito, por su formulación, inclina al elector a votar por el sí. El presidente Santos defendió los términos utilizados en la cuestión, afirmando que ella “es clara, simple, y no da lugar a ninguna confusión.” Según él, “la pregunta no es si los colombianos quieren, o no, la paz. Es si apoyan, o no, el acuerdo final.”
Álvaro Uribe, ex presidente de Colombia (2002-2010), que defiende el voto por el “no” en el plebiscito, dice ser contrario no a la paz, sino al acuerdo firmado entre el gobierno y las Farc, que, en su visión, ofrece demasiadas concesiones a la guerrilla. Así, él pide cambios en los términos de la paz.
#EsHoraDeVotarNo Colombia Despierta, es por nuestro futuro. Votemos NO pic.twitter.com/5ocapEkR9W
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) 28 de setembro de 2016
Lo que esto revela, es sobre todo, una disputa política entre el actual presidente y su antecesor. Santos fue electo con el apoyo de Uribe, pero éste pasó a hacer oposición al mandatario y rompió con él en 2012. En el gobierno de Uribe, Santos fue ministro de la Defensa. Él lideró una política de mano fuerte con las Farc, que debilitó al grupo guerrillero y, en cierta manera, posibilitó las tratativas de la paz.
En entrevista al IHU, Roberto Jaramillo, coordinador del sector social de la Conferencia de Provinciales Jesuitas en América Latina – CPAL, que es colombiano, afirmó que “las Farc llegaron bastante debilitadas a la mesa de negociaciones por lo que Santos hizo como ministro de Defensa de Uribe. Uribe fue bastante duro en el combate a las Farc y, con Santos en Defensa, dieron golpes fundamentales para desarticular la estructura de los frentes y para informarse sobre el armamento que tenían, el número de combatientes, etc.”
Para él, “de alguna manera, las Farc entraron en razón por fuerza del combate hecho durante el gobierno anterior”. Jaramillo considera que “el acuerdo no es perfecto, es un acuerdo para empezar a construir la paz”. Según él, Colombia tendrá que enfrentar el desafío de que “la paz se construye con todos”, y será necesario “reconciliar el país”.
Aunque el “sí” gane el plebiscito y el proceso de integración de los integrantes de las Farc ocurra sin grandes problemas, todavía quedarán cuestiones a ser resueltas para que la paz sea alcanzada. A partir de ahora, el país también tendrá el desafío de entrar en acuerdo con el Ejército de Liberación Nacional –ELN, otro grupo guerrillero que todavía está activo. Ya existe un acuerdo entre el gobierno y la guerrilla para que ocurran en Quito, capital de Ecuador, tratativas para encerrar el conflicto entre las partes.
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Colombia se prepara para votar la paz con las FARC en plebiscito - Instituto Humanitas Unisinos - IHU