Por: Lara Ely | 24 Outubro 2017
Argentina alcanzó el objetivo de calificarse para la Copa del Mundo de 2018, pero arriesga no erradicar el hambre en su territorio antes de 2030. Y junto a ella, otros cuatro países de América Latina: Ecuador, El Salvador, Perú y Venezuela . El índice divulgado esta semana en el informe Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2017, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), demuestra la incapacidad de los gobiernos latinos en superar una dificultad básica, sin la cual otros indicadores de desarrollo no avanzan.
De acuerdo con el documento, en 2016, 42,5 millones de personas en la región pasaron hambre. El número representa un aumento de 2,4 millones. Si esta tendencia continúa, dice la publicación, será muy difícil que la región alcance el Objetivo del Desarrollo Sostenible (ODS) de Nº 2 - Hambre Cero y Agricultura Sostenible.
El problema del hambre aparece tanto en los países presididos por un frente político de actuación neoliberal, como la Argentina de Maurício Macri, el Perú de Pedro Pablo Kuczynski y El Salvador de Salvador Sánchez Cerén, como en el moderado / centroizquierda Ecuador de Lenín Moreno y, en la izquierda dictatorial de Venezuela Nicolás Maduro.
Brasil, Cuba y Uruguay son los países con menor porcentaje de personas subnutridas, con menos del 2,5% de su población, un porcentaje que ha permanecido inalterado desde 2010. Argentina, Chile y México continúan teniendo un porcentaje por debajo del 5%. Aunque en Argentina, como el informe muestra, el número de personas subnutridas aumentó del 3,4% al 3,6%, retrocediendo al nivel de cinco años atrás. En el otro extremo de la escala está Haití, donde el porcentaje de desnutridos cayó del 48,2% al 46,8%. Está precedido de Bolivia, con el 20,2%, Nicaragua, con el 17% y Honduras, con el 14,8%.
Brasil es uno de los países de América Latina y el Caribe que podrá alcanzar el ODS 2, según la publicación. "El país ha mantenido el indicador del hambre por debajo del 2,5% en los últimos años, lo que hace que la meta de erradicación pueda ser cumplida en 2030, si hay continuidad de las inversiones en políticas públicas dirigidas a las poblaciones más vulnerables".
