Por: Lara Ely / Tradução: Juan Hermida | 21 Outubro 2017
El aumento de los números de embarazos en la adolescencia es una preocupación para las autoridades municipales, departamentales y nacionales en Bolivia. Oficialmente en el país, 18% de las adolescentes son madres o están embarazadas. Para enfrentar esta realidad, los servicios de gestión pública de salud optaron por un camino delicado y sin vuelta: la esterilización de adolescentes.
Los indicadores de salud registran la práctica como un método de contracepción. Entre 2015 y julio de 2017, hubo 285 casos entre niñas con menos de 15 años de edad. Santa Cruz, Beni y Cochabamba son los departamentos con mayor número de esterilizaciones, con 68, 58 y 57 casos, respectivamente, en cuanto Oruro y Tarija tuvieron menos de una docena cada una en la suma de los últimos tres años.
En 2011, el país fue notificado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) junto a Perú por las prácticas de esterilización forzada, una violación a los derechos humanos. La práctica, sin embargo, continúa.
Según muestra el reportaje de la periodista Malkya Tudela para la plataforma de periodismo Connectas, las estadísticas de salud relatan un aumento en las esterilizaciones quirúrgicas de adolescentes y niñas en los últimos tres años. Al visitar algunos de los hospitales públicos, ella verificó que los registros son inconsistentes o muy descuidados. Además de eso, que el equipo médico no está claro en los criterios para que una menor sea esterilizada.
En las clínicas y hospitales que visitó en las ciudades mencionadas más arriba la periodista se encontró con listas incompletas e intentos de mascarar los datos por los profesionales de la salud. En el reportaje, ella cuenta el caso de una niña de 13 años que fue internada en enero de este año en el Hospital Boliviano Holandés, en El Alto, acompañada de dos hermanas. El diagnóstico señalaba para una lesión no cística en el ovario izquierdo y una infección urinaria. Tres días después, salió del hospital con una ligadura de las trompas, lo que fue registrado en la estadística nacional como un caso a más de Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria.
El tema de la esterilización surge como una alternativa de control de la natalidad en uno de los países en donde la estadística del embarazo en la adolescencia viene asociada a otras problemáticas sociales, como hambre, miseria, desigualdad y violencia contra la mujer. En Bolivia, para cada mil niñas de 15 a 19 años hay 88 gestaciones, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), datos de 2006 a 2015. Brasil está en la séptima posición en el ranking de embarazos adolescentes de América del Sur, empatando con Perú y Surinam, con un índice de 65 gestaciones.
La situación de Perú, vecino de Bolivia, es todavía más dramática. En el país en donde el dictador Alberto Fujimori tenía la esterilización como un programa de salud reproductiva y planificación familiar de gobierno, más de 200 mil mujeres fueron esterilizadas y, todavía hoy, luchan para que la práctica sea reconocida como crimen contra los derechos humanos.
En la mitad del año, la ONU divulgó estrategia para reducir el embarazo en la adolescencia en países del Cono Sur. Llamado de “Marco Estratégico Regional para la Prevención y Reducción del Embarazo no Intencional en la Adolescencia”, el documento intenta dar orientaciones para la implementación de políticas comunes en los países del Cono Sur (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay) relacionadas al embarazo en la adolescencia.
Es un instrumento de política pública que define las líneas y enfoques para enfrentar este desafío en los sectores de salud, educación y protección social, con participación de las comunidades y de las/los propios/ adolescentes. De acuerdo con estimativas de las Naciones Unidas, a cada tres bebés nacidos de madres adolescentes en América Latina, dos son de países del Cono Sur.
El informe Fecundidad y Maternidad Adolescente en el Cono Sur: Anotaciones para la Construcción de una Agenda Común señala que la tasa de fecundidad adolescente 915-19 años) en la región, 73,2 por mil, es considerada alta, cuando comparada con la tasa mundial (48,9) y la de los países en desarrollo (52,7). El índice es prácticamente el doble de las otras regiones, siendo superado apenas por la tasa africana, que alcanza 103 por mil.
Lo que sucede de manera forzada en América Latina es una lucha de la juventud en el Reino Unido, en donde es creciente el número de jóvenes interesados en este tipo de procedimiento. Estudios indican que, en el país, una en cada cinco mujeres llegará a la menopausia sin hijos, parte de ellas por decisión propia. Ese número es el doble de lo registrado hace 30 años. No hay estadísticas nacionales para el caso de los hombres, pero datos europeos señalan para tendencias semejantes.
Entre aquellos que optaron por procedimientos de esterilización, están cinco británicos entrevistados para el especial Extraordinary Bodies (Cuerpos Extraordinarios) del canal digital BBC Three. Son hombres y mujeres en sus 30 años que cuentan como llegaron a la decisión irreversible; ellos luchan por el derecho de tener el procedimiento pago por el servicio público de salud del Reino Unido.
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Bolivia: el problema de la esterilización de las adolescentes todavía es una realidad - Instituto Humanitas Unisinos - IHU