América Latina debe actuar en la prevención de la criminalidad, alerta el Banco Mundial

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Por: João Flores da Cunha | Traducción: Juan Luis Hermida | 10 Fevereiro 2017

América Latina y el Caribe precisan actuar en la prevención de la criminalidad para revertir sus tasas de homicidios, que son las más altas del mundo. Ese es el alerta hecho por el Banco Mundial a partir de un informe divulgado el 7-02 y llamado: “Fin a la violencia en América Latina: una mirada a la prevención desde la infancia hasta la edad adulta.” Al menos cuatro personas son asesinadas en la región a cada 15 minutos, de acuerdo con el informe.

La organización destacó que, a pesar de los avances en la disminución de la pobreza y de la miseria ocurridos en la región en los últimos años, la reducción de la violencia permanece como desafío a ser tratado por los gobierno latino americanos. Laura Chioda, economista jefe del Banco Mundial y autora del informe, resaltó que el desarrollo social no es acompañado necesariamente de la disminución de la criminalidad – de hecho, la violencia en América Latina está aumentando.

La región concentra ocho de los diez países más violentos del mundo, bien como 42 de las 50 ciudades más violentas. La tasa de homicidios es de 23,9 a cada 100 mil habitantes, la más alta del mundo. “Los elevados índices de crimen y de violencia tienen un alto costo en vidas humanas y perjudican el desarrollo”, afirmó Jorge Familiar, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

Según la organización, la inseguridad es el resultado de varios factores, como el tráfico de drogas y el crimen organizado, las fallas del sistema judiciario y la impunidad resultante, y la falta de oportunidades para los jóvenes de regiones desfavorecidas. En su informe, el Banco Mundial notó que los altos índices de criminalidad se distribuyen de forma desigual en términos de territorio: están fuertemente concentrados en zonas geográficas específicas.

Así, algunos países tienen tasas de homicidios significativamente mayores que otros. Los números también son desiguales por género y por edad: el índice de homicidios de hombres entre 15 y 24 años es de 92 para cada 100 mil habitantes, o sea, casi cuatro veces más que la media de la región.

“Para tener éxito, la región precisa construir un tejido social más inclusivo y con mayor igualdad de oportunidades, bien como implantar políticas de prevención que hayan funcionado para disminuir la violencia, tales como la reducción de tasas de evasión escolar y el aumento de empleo de calidad para jóvenes”, destacó Familiar. No existe una “fórmula mágica o política única” para solucionar el problema, según el Banco Mundial.

La organización resalta que “nunca es temprano o tarde demás” para que políticas de prevención a la criminalidad sean implantadas y presenten resultados positivos. Existen medidas que no son específicamente orientadas para reducir la violencia, pero que se muestran útiles en ese sentido, destacó el Banco Mundial. Son ejemplos de eso políticas de desarrollo en la primera infancia, más oportunidades de trabajo para jóvenes, inversiones en iluminación pública y en políticas de salud.