Por: João Flores da Cunha | Traducción: Mariana Szájbély | 17 Outubro 2016
BOGOTÁ: El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció el día 13/10 que el cese del fuego con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - FARC fue prorrogado hasta el final del 2016 - tendrá validez hasta el 31/12. “Que quede claro que esto no es un ultimátum, ni una fecha límite. Espero que todo el proceso para que se tenga un nuevo acuerdo terminé mucho antes (de esa fecha)”, afirmó Santos en el discurso televisado en que hizo el anuncio.
El cese del fuego bilateral había sido acordado en junio de este año, y estaba en vigor desde agosto, pero su valor legal fue anulado con el rechazo de los colombianos al acuerdo de paz firmado entre la guerrilla y el gobierno. Esta ya es la segunda vez que este es prorrogado: después de la victoria del no en el plebiscito del día 02/10 sobre el acuerdo de paz, Santos lo había extendido hasta el 31-10.
El resultado del plebiscito dejó el proceso de paz colombiano en una zona gris, donde predominan las indefiniciones. El líder de las FARC, Rodrigo Londoño, el Timochenko, viene defendiendo que el acuerdo puede ser implementado, igualmente con la derrota en las urnas, pero esa posición es rechazada por las otras partes involucradas. Un eventual nuevo acuerdo ciertamente va a contener menos concesiones a la guerrilla del que fue rechazado por la población del país.
En la semana siguiente a la votación, el Gobierno y las FARC ya iniciaron conversaciones sobre lo que ocurriría con los miembros de la guerrilla, ya que el cronograma previsto en el acuerdo dejó de ser válido. Las fuerzas de las FARC permanecerían concentradas en 23 zonas temporarias, hasta que se complete el desarme de la guerrilla.
La misión de la Organización de las Naciones Unidas - ONU presente en el país, que debería cumplir la función de observador del desarme, pidió autorización al Consejo de Seguridad de la ONU para permanecer en Colombia. En este momento, la única parte del acuerdo a ser verificada por la misión de paz es el cese del fuego.
En un editorial del día 14/10, el periódico estadounidense New York Times criticó al expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), a quien trató como “el hombre que está bloqueando la paz en Colombia”. Contrario al acuerdo de paz, Uribe hizo campaña por el no en el plebiscito. Después de salir victorioso, presentó sus exigencias para aceptar un nuevo acuerdo, que incluyen penas más severas para los guerrilleros involucrados en delitos de lesa humanidad.
'Principal proposición: un Acuerdo Nacional'
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) 12 de outubro de 2016
Bogotá, 12 de octubre de 2016(CD). Declaración luego de entregar… https://t.co/9UttqJpI3F
Fue en el gobierno de Uribe, con Santos como ministro de Defensa, que el estado colombiano intensificó sus ataques a las FARC, que terminaron muy debilitadas - lo cual, en cierta medida, posibilitó que las dos partes negociaran una salida pacífica para el conflicto. Antiguos aliados, los políticos se alejaron aún en el primer mandato de Santos, debido, en parte, a las negociaciones con la guerrilla.
Después del plebiscito, Santos se vio obligado a incluir al expresidente en los diálogos por la paz, y se reunió con Uribe por primera vez en años. Mientras que el resultado del plebiscito fortaleció la posición de Uribe, el Nobel de la Paz concedido a Santos el último día 07/10, en cambio, dio nuevas fuerzas a su liderazgo en el proceso.
Desde la derrota en el plebiscito, Santos se viene reuniendo con diferentes actores del proceso de paz, inclusive con víctimas del conflicto. El gobierno trata a estas conversaciones como un “diálogo nacional para la unión y la reconciliación”. El proceso contó con el apoyo de la comunidad internacional desde su inicio. Este apoyo fue ratificado en la última semana, con los encuentros de Santos con los secretarios generales de la Organización de los Estados Americanos - OEA y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico - OCDE.
Desde la victoria del NO en el plebiscito, vienen ocurriendo en el país marchas en favor de la paz, y un campamento por la paz fue instalado en Bogotá. Estas manifestaciones encuentran eco en los medios de comunicación del país, que, en su mayoría, son favorables al acuerdo. “No podemos perder esta oportunidad, y no vamos a perderla”, afirmó el presidente Santos en su discurso el día 14/10.
Mas allá de las FARC, el gobierno también tiene el desafío de entrar en un acuerdo con él Ejército de Liberación Nacional - ELN, la segunda mayor guerrilla del país. La organización está actuando para liberar rehenes, como una forma de manifestar voluntad política para las negociaciones. El diálogo oficial se tendrá en Quito, Ecuador, a partir del 27/10.
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Colombia prorroga el cese del fuego con las FARC hasta fin del 2016 - Instituto Humanitas Unisinos - IHU