15 Junho 2016
"Las propuestas del gobierno interino de Michel Temer profundizan una opción que ya venía siendo adoptada por Dilma Rouseff. (…) Todavía, Temer lleva esas medidas más lejos, en particular en lo que tiene que ver con las cuentas públicas”, afirma el economista.
Entre las propuestas para retomar el crecimiento económico y garantir el desenvolvimiento y la reducción de las desigualdades, el Brasil precisa entrar en las “llamadas cadenas globales de valor y concentración industrial”, dice el economista Eduardo Figueiredo Bastian a IHU On-Line. Entretanto, puntúa, la cuestión a ser respondida es “¿cómo el Brasil irá integrarse en ese nuevo contexto?” Lo primordial, señala, es “buscar una inserción en los eslabones nobles de las cadenas globales de valor”, pero eso depende de la “formulación de una estrategia de inserción” la cual “requiere una política industrial que permita que las empresas brasileras desempeñen un papel mayor en esos eslabones de las cadenas globales de valor.”
En la evaluación del economista, algunas propuestas de estrategias han sido sugeridas por el Neoliberalismo y por el Nuevo Desenvolvimiento, pero ambos proponen la “ampliación de la competitividad por la vía de la reducción de costos, en vez de poner su foco en la construcción de capacitaciones que permitan crear condiciones para una integración en los eslabones más nobles de las cadenas productivas de valor.”
En la entrevista a continuación, concedida por e-mail, Bastian propone una alternativa a las propuestas anteriores, sugiriendo una “integración activa” a partir de lo que denomina de “Desenvolvimientismo Remodelado.” Esa propuesta, explica, sugiere una “integración activa vía políticas industriales” y entiende que “es necesario ir más allá de la substitución de importaciones del Desenvolvimientismo Clásico, una vez que lo que interesa es ser capaz de substituir las importaciones con mayor valor agregado. Las políticas aquí tienen el objetivo más amplio y pasan por un esfuerzo para crear capacitaciones que permiten que el país tenga condiciones de inserirse en los eslabones de mayor valor agregado de las cadenas globales, en vez de los eslabones en que la competitividad es definida por bajos costos.”
En líneas generales, explica, “la creación de esas capacitaciones requiere la acción del Estado y pasa por una política de compras gubernamentales con foco en la diversificación de la estructura productiva nacional y por inversiones en centros de estudios y parques tecnológicos, estímulo a una mayor interacción entre universidades y empresas, más allá de las inversiones en infraestructura y en Educación en todos los niveles. Así, la política industrial está directamente correlacionada con las políticas tecnológicas, científicas y educacionales.”
Bastian también comenta el papel del BNDES en la economía brasilera y destaca que es importante “preservar la noción” de que ese es un “banco de desenvolvimiento, y no un banco de inversión. Eso significa decir que su misión pasa por realizar inversiones que den retorno social mayor que el retorno privado.” En esta línea, señala, la propuesta del presidente interino de utilizar los créditos del BNDES es “muy mala, porque tiende a disminuir la capacidad del banco de hacer política. Además, esa propuesta se inserta dentro de una visión exagerada que defiende un ajuste fiscal a cualquier costo.”
Eduarado Figueiredo Bastian es graduado en Ciencias Económicas por el Instituto de
Economía de la Universidad Federal de Río de Janeiro – UFRJ, con maestría y doctorado en Economía de la Industria y Tecnología por la misma universidad, con doctorado en la Facultad de Economía de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido y con pos doctorado en la Universidad de Columbia en Nueva York, Estados Unidos. Actualmente es profesor adjunto del Instituto de Economía de la UFRJ.
La entrevista es de João Vitor Santos e la edcción es de Patricia Fachin | Traducción de Juan Luis Hermida.
Lea aquí parte de la entrevista.
IHU On-Line - ¿Cómo comprender el concepto de “substitución de importaciones”, de Maria Conceição Tavares?
Eduardo Figueiredo Bastian - Con las palabras de la propia profesora Conceição Tavares en entrevista para el libro Conversaciones con Economistas Brasileros (1955), el concepto de substitución de importaciones no es un concepto formal. Se trata, en realidad, de un concepto histórico-estructural y que, por lo tanto, debe ser entendido dentro de un contexto histórico. Más específicamente la substitución de las importaciones fue la forma por la cual los países de América del Sur en general - y el Brasil en particular – se industrializaron en el siglo XX después de la década de 1930. Se trata de un proceso en que la industrialización va ocurriendo como respuesta a los estrangulamientos externos de la economía.
IHU On-Line - ¿Considerando las nuevas condiciones estructurales de la economía mundial, que desde la década de 90 se caracteriza por la atomización de la producción (creación de cadenas globales de valor) y con los avances de un proceso de concentración industrial (el cual contiene esencialmente empresas de países desenvueltos, concentrando en ellos gastos con estudios y desenvolvimiento), como pensar en alternativas para que el Brasil haga frente delante de este escenario? ¿En qué sectores del Brasil hoy hay espacio para esto?
Eduardo Figueiredo Bastian – La emergencia de las llamadas cadenas globales de valor y la concentración industrial son hoy una realidad ineludibles. La cuestión toda es: ¿cómo el Brasil irá integrarse en este nuevo contexto? El punto que defiendo es que el Brasil debe buscar una inserción en los eslabones de las cadenas globales de valor. Estudios muestran que, dentro de la cadena productiva, las actividades que más generan valor son aquellas relativas a P& D, marketing, diseño y gerenciamiento de marcas. Por otro lado, las partes de fabricación y montaje son aquellas que menos valor agregan. En esos mercados, la competición es feroz y la busca por una mayor competitividad implica, naturalmente, una presión por la reducción de costos, lo que crea, por su vez, una tendencia a salarios más bajos.
La concurrencia china tiene demostrado cómo es difícil competir vía costos, pero, en algunos sectores, hay también ahora la entrada de otros países del sudoeste asiático con costos salariales todavía más bajos, lo que hace muy difícil para las empresas brasileras competir en esos mercados. Así, la inserción en esos eslabones menos nobles de las cadenas productivas no es la más interesante ni desde el punto de vista de los efectos dinámicos sobre la economía, ni en lo que atañe al tipo de empleo que genera. Por su vez, en los eslabones más nobles de las cadenas productivas, la competencia no se da fundamentalmente vía costos, sino, por otros mecanismos como, por ejemplo, diferenciación del producto. Como acostumbraba argumentar el profesor Antonio Barros de Castro, empresas que venden productos diferenciados pueden cobrar precios- premio, una vez que no perderán mercado por la práctica de precios más elevados.
La formulación de una estrategia de inserción requiere entonces una política industrial que permita que las empresas brasileras desempeñen un papel mayor en estos eslabones nobles de las cadenas globales de valor. Este es el principio que debe nortear la política industrial brasilera. El diseño exacto de la política requeriría un estudio profundo sobre las condiciones actuales en los diferentes sectores de la economía brasilera. A título de ilustración, me gusta la propuesta que el profesor Carlos Medeiros, mi colega en el Instituto de la UFRJ, hizo en el último capítulo del libro que publicó en 2015 por el Ipea (Instituto de Estudios Económicos Aplicados) de que lo complejo de la salud es una buena apuesta.
• La entrevista completa, en portugués, puede ser leída a continuación
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La propuesta económica del gobierno sigue el modelo neoliberal retro. Entrevista con Eduardo Bastian - Instituto Humanitas Unisinos - IHU