06 Junho 2016
“Lo que sería importante en nuestra sociedad en este momento es la capacidad de respetar las opciones y posiciones de los otros, aunque no compartamos de ellas, porque estamos en sociedades bastantes intolerantes, no estamos aceptando que el otro piense de manera diferente, lo que genera conflictos y esto es malo para que construyamos algo juntos, afirma la filósofa española.
Foto: http://www.ilusaodeetica.com.br/ |
A pesar de que la tesis maquiavélica haya defendido la suspensión de la ética en materia de política, cuando la política no es ética, ella “es mala, no como ética, sino como política; es mala política. Es importante que se diga esto porque, de lo contrario, se da la sensación de que los políticos pueden ser éticos o no, que los empresarios puden ser éticos o no, y que eso depende de cada uno de ellos; pero no”, dice Adela Cortina a IHU On-Line, cuando estuvo en Brasil convidada por el Grupo de Filosofía, Economía y Derecho de la UFRGS (Universidad Federal de Río Grande del Sur).
Defensosra de la ética del diálogo, que tiene sus raíces en Apel e Habermas, la filósofa española propone una ética de la razón cordial, fundamentada en clásicos de la tradición filosófica, como las éticas kantiana y aristotélica, y una ampliación de la ética neocontractualista de John Rawls, considerando la dimensión de alianza, “lo que significa decir que entre los seres humanos existe un vínculo que no contrajimos voluntariamente, pero que nos une desde el momento en que somos cada uno como persona porque reconocemos a los otros como personas.”
Fundamentada en estos autores, Adela Cortina es categórica al defender que todas las actividades humanas deben ser éticas y al afirmar que “cuando alguien ingresa en la política, tiene que saber que está actuando en una actividad que tiene una finalidad, a saber, el bien comun, y no puede desvincularse de esa meta, porque hará una pésima política.” Los casos de corrupción que vemos en Brasil, en España y en diversos países del mundo, señala, “están relacionados a personas que están buscando su bien particular y están haciendo pésima política, y esto tiene que cambiar.”
En la entrevista a continuación, concedida personalmente a IHU On-Line en el PPG de Economía de la UFRGS, en el último viernes (27-05-2016), Adela también reflexiona sobre la situación de los inmigrantes y refugiados que están inmigrando para Europa y advierte que este no es un problema a ser enfrentado apenas por la Unión Europea, sino que se trata de “un problema global”, porque tiene relación con la situación de otros seres humanos.
Además de eso, alerta, “este problema va a aumentar en el futuro y no es posible que cada país cierre las puertas, porque de lo contrario, no podemos seguir diciendo que creemos que todos los hombres tienen derecho a la vida, como dice la Declaración de los Derechos Humanos.” Y agrega: “Creo que lo más grave que ha pasado en la Unión Europea es una crisis de identidad, porque nosotros no nos identificamos con el derecho a la vida, con el derecho a la libre circulación, con el derecho de tener una casa y un trabajo. Todos estos derechos hacen parte de nuestra identidad, y el hecho de que estamos cerrando las puertas para los inmigrantes y refugiados, como está ocurriendo, significa que estamos traicionando nuestra propia identidad. Esto me parece bastante triste y ya lo estamos lamentando mucho.”
Adela Cortina también comenta el multiculturalismo, que está en el centro de su ética de la razón cordial y defiende que “tenemos que hacer multicultural nuestra vida cotidiana, que las grandes soluciones no vienen de los líderes, sino que tienen que venir de la base, del pueblo, de las personas que son de diferentes religiones y que están juntas en las escuelas, en las universidades, que van juntas a fiestas. La sociedad civil es muy importante y sin ella no entraremos en diálogo.”
Adela Cortina es catedrática de Ética y Filosofía Política en la Universidad de Valencia, España, en donde coordina el curso de pos graduación en Ética y Democracia. Es doctora en Filosofía y fue profesora visitante en la Universidad de Louvain-la Nueve, en Bélgica, en la Vrije Universitet, en Amsterdam, en la Universidad de Notre Dame, en los Estados Unidos, y en la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido. Actualmente es directora de la Fundación para la Ética de los Negócios y de las Organizaciones – ÉTNOR.
Entre sus libros, se destacan Razón comunicativa y responsabilidad solidária (Sígueme, 1985), Ética aplicada y democracia radical (Tecnos, 1993), Alianza y Contrato (Trotta, 2001), Razón pública y éticas aplicadas (Coed., Tecnos, 2003), Ética de la Razón Cordial. Educar en la Ciudadanía en el Siglo XXI (Nobel, 2007), Pobreza y Libertad. Erradicar la pobreza desde el enfoque de Amartya Sen (Editores Adela Cortina y Gustavo Pereira, Tecnos, 2009), Neuro ética y neuro política. Las bases cerebrales de la educación moral (Tecnos, 2011) y ¿Para qué sirve realmente la ética? (Paidos, 2013)
La entrevista es de Patricia Fachin | Traducción de Juan Luis Hermida.
Lea aquí parte de la entrevista.
Foto: Angels Varea |
IHU On-Line – La palabra ética está en la discusión del día, desde el fútbol a la economía y hasta en la política. ¿Cómo ve la discusión sobre ética y el uso del término en nos días de hoy? ¿Las personas tienen consciencia de lo que ética significa?
Adela Cortina - La palabra ética, como sabemos, procede del griego ethos, que quiere decir carácter y morada del hombre, o sea, donde se vive. Entiendo que la ética es ese tipo de saber que nos ayuda a formar un carácter. Carácter quiere decir un conjunto de predisposiciones que nos llevan a actuar mejor, y a estas las llamamos de virtudes, o nos llevan a actuar mal, y a estas las llamamos de vicios. La ética continúa ocupándose de esa formación del carácter para enseñarnos a actuar bien y evitar el mal, como se decía en el mundo clásico. Y en este sentido pienso que alcanzar ese bien está relacionado con dos valores: la justicia y la felicidad. Si preguntaran de qué se trata la ética, diría que se trata de muchas cosas, y una de ellas muy importante es hacer a la humanidad más justa y más feliz.
Cuando se le pregunta a las personas lo que entienden por ética, mis alumnos, por ejemplo, no saben decir lo que es la ética o en que consiste. Justamente por eso me parece que es muy importante que todos los cursos universitarios tengan una materia sobre ética, para que los profesionales sepan en que consiste la ética de su profesión, de tal modo que un médico sepa lo que es ser ético, como un economista también. Además de eso, es importante que la ética sea una disciplina dada en las escuelas, porque es muy importante para un país que las personas sean éticas y se defina que tipos de valores todos pueden compartir, porque no hay forma de que construyamos juntos un país sin que compartamos algunos valores. Por eso, es importante, desde la infancia, enseñar ética, lo que no significa doctrinar, sino hablar en voz alta cuales son los valores que nos parecen más fecundos para nuestra vida: si preferimos la libertad a la esclavitud, si preferimos la solidaridad o no, y todo eso tiene que ser enseñado en la infancia, para que después, cuando se pregunta lo que la persona entiende por ética, se pueda contestar y discutir.
IHU On-Line – Usted ya declaró como lo hizo Amartya Sen [1], que la economía debería tener como meta contribuir para formar buenas sociedades. ¿Qué tipo de sociedad la economía debería tener como meta contribuír para formar buenas sociedades? ¿Qué tipo de sociedad la economía está formando hoy? ¿Qué contribuciones la ética puede ofrecer para que pensemos un tipo de economía que ayude a las sociedades a ser mejores?
Adela Cortina – Es una pregunta amplia e importante, porque la economía de un país es hecha por distintos protagonistas, como los bancos, y es importante que ellos asuman su responsabilidad social, o sea, ellos deberían trabajar para lo que ellos tienen que hacer, esto es, conservar los ahorros de las personas y mantenerlos con cierto interés. La economía también es hecha por las empresas y hoy hay muchos discursos sobre la responsabilidad social de las empresas.
Considerando todos los actores involucrados, pienso que los políticos tienen que poner las bases de la justicia para que la economía pueda funcionar bien y por lo tanto, no pueden ser corruptos, porque la corrupción siempre ocurre entre políticos y empresarios. Los ciudadanos, por su vez, tienen que ser consumidores responsables que se den cuenta de cual es la trayectoria de un producto, como es producido, con el fin de ayudar a las empresas a trabajar bien. Creo que necesitmos de los esfuerzos de todos estos protagonistas para que tengamos una economía que funcione bien.
• La entrevista completa, en portugués, puede ser leída a continuación.
FECHAR
Comunique à redação erros de português, de informação ou técnicos encontrados nesta página:
¿Podemos continuar diciendo que creemos em la Declaración de los Derechos Humanos? ¿O vamos a traicionar nuestra identidad? Entrevista con Adela Cortina (IHU/Adital) - Instituto Humanitas Unisinos - IHU