11 Abril 2016
Si Verónika Mendoza hubiera nacido un mes más tarde del 9 de diciembre de 1980, hubiera tenido que esperar hasta 2021 para ser candidata a la presidencia de Perú, pues no hubiera cumplido a tiempo la edad mínima legal para postular.
El reportaje fue publicada en el sitio Agencia Pública de Noticias Del Ecuador y Suramérica - Andes, 08-04-2016.
La aspirante cumplió los 35 años requeridos apenas un mes antes de vencer el plazo para inscribirse ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) tras ganar la elección interna imponiéndose a varios aspirantes, incluyendo el líder del principal partido del bloque, Tierra y Libertad, el exsacerdote Marco Arana.
De cumplir el difícil objetivo de ganar la Presidencia de Perú, Verónika Mendoza, postulante del Frente Amplio, se convertirá en la presidencia electa más joven de la historia, marca que tiene actualmente uno de sus contendores, el neoliberal Alan García, quien alcanzó el cargo en 1985, cuando Verónika tenía cinco años.
Plantea cambiar la Constitución neoliberal de 1993 y reformas económicas y sociales de carácter progresista, con mayor presencia del Estado en la economía, poder de decisión sobre la explotación de los recursos naturales, lucha contra la corrupción y mayor participación ciudadana.
Nacida en la ciudad de Cusco, histórica capital del imperio de los Incas, de madre francesa, Gabrielle Frisch, y padre peruano, Marcelino Mendoza, tiene ambas nacionalidades, como lo permite la legislación peruana.
Realizó estudios de psicología, educación y antropología en Francia y, según una autobiografía de 2011, su permanencia en París “no sólo contribuyó a mi formación académica sino también y sobre todo a mi conciencia política”.
“La dinámica vida política y asociativa francesa me enriqueció mucho y ahí comprendí que sin luchas no hay victorias, que el bienestar social nunca es un regalo de las élites sino una conquista del pueblo organizado”, señaló entonces.
“Me apropié de la historia política de mis padres: mi papá fue militante de la Izquierda Unida y fundador del SUTEP (sindicato de maestros); mi mamá fue militante del Partido Socialista Unificado Francés y partícipe de la revolución cultural, social y política de Mayo’68”, refirió.
En 2004 se integró en Francia a un núcleo de peruanos, de apoyo al naciente Partido Nacionalista, del hoy presidente Ollanta Humala, en el que cumplió diversas funciones en el ámbito de las relaciones internacionales y en 2011 fue elegida parlamentaria, en representación de su Cusco natal.
En junio de 2012 renunció al Partido Nacionalista por discrepancias políticas, a raíz de la represión de una protesta ambientalista de los pobladores de la provincia cusqueña de Espinar y se integró a la bancada de la coalición parlamentaria Frente Amplio-Acción Popular, de oposición.
En 2015 formó el grupo Sembrar, que impulsó su candidatura en la elección interna del postulante del Frente Amplio a la presidencia, la que ganó en forma sorpresiva, pues era favorito el exsacerdote católico Marco Arana.
Ha desarrollado una campaña modesta en la que recorrió el país, cosechando en el tramo final de la contienda un creciente apoyo que, según las encuestas sobre intención de voto para los comicios de voto, la lleva a disputar el segundo lugar y el paso a la segunda vuelta en la que los dos más votados dirimirán la Presidencia el 5 de junio.
Lucha anticorrupción
Esta semana, durante un mitin, Mendoza ratificó su propuesta de impulsar una ley de "muerte civil" para los condenados por corrupción, lo cual evitaría que puedan postular y ostentar un cargo público a futuro.
"Basta de corrupción: ley de muerte civil que prohíba ser candidatos a quienes robaron la plata del pueblo", publicó en su cuenta en Facebook.
"Más propuestas, menos mentiras. Lucha en serio contra la corrupción", agregó la candidata presidencial.
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Verónika Mendoza, la candidata presidencial más joven que ofrece una opción de cambio en Perú (IHU/Adital) - Instituto Humanitas Unisinos - IHU