Por: Lara Ely | Tradução: Juan Hermida | 20 Novembro 2017
¿Es posible usar la fuerza del mercado para solucionar problemas sociales y ambientales? Creando productos de mercado que pretenden ser verdaderas respuestas afirmativas a esta cuestión, centenares de emprendedores vienen tejiendo una red de alternativas para vivir en América Latina de forma más colaborativa, sustentable e independiente del mercado financiero tradicional, movimiento que se auto denomina sistema B.
Conectar y co-crear nuevos modelos económicos en el continente y en el mundo es el desafío de este movimiento. En los encuentros virtuales o presenciales (que generalmente se realizan en grandes centros urbanos), sus participantes debaten ideas y tendencias globales en innovación social y nueva economía, comparten una visión de futuro latinoamericana y promueven colaboración y compartir conocimiento dentro de la red.
El objetivo del Sistema B es impulsar a las empresas a formar parte de un movimiento de cambio. En la práctica, esto sucede por medio de una certificación creada en 2006, en Estados Unidos, por la organización sin fines de lucro B-Lab. En Brasil, las empresas Natura, del sector de cosméticos y Mae Terra, de alimentos naturales, son empresas que poseen esta certificación. Para ingresar en el grupo, las compañías necesitan incluir cláusulas en su estatuto o en el contrato social reconociendo los impactos de sus actividades y firmando el compromiso de generar valor no solamente para los accionistas, sino también para la comunidad y el medioambiente.
Por toda América Latina, empresas de México, Uruguay, Paraguay entre otros, adhirieron al movimiento. En América del Sur, Chile fue el primero en abrazar la causa, hace dos años, seguido por Argentina y Colombia. En Brasil, la ONG llegó en 2013. Este mes, entre los días 23 y 25, Rio de Janeiro será sede de un encuentro llamado ColaborAmerica, donde el propósito es repensar la forma como nos relacionamos con la política, con la economía y con la sociedad. Se trata de un festival que tiene como principal objetivo conectar nuevas economías por medio de talleres, conferencias, espectáculos y workshops.
Especialista en responsabilidad corporativa y desarrollo sustentable en la TriCiclos, primera empresa certificada como Compañía B en América del Sur, María Emilia Correa, explica posiblemente, muchos de nosotros no saben decir qué son las ciudades sustentables, pero tenemos claro en qué tipo de ciudades queremos vivir. Y esto pasa por una mejor fluidez en el tránsito, disminución de la violencia y la desigualdad social, uso de espacios públicos, consumo de alimentos saludables.
- Las decisiones se toman lejos de nosotros. Pero por estar lejos no quiere decir que no nos importe.
En una entrevista al Programa Ciudades y Soluciones, Ana Sakovas, directora ejecutiva del Sistema B en Brasil, dijo la organización está liderando el movimiento de personas que usan los negocios para generar impacto positivo. El certificado B (de beneficio), según ella, es válido para que el consumidor y también el inversor puedan evaluar mejor riesgos y la reputación de la empresa. Agrega además que el tamiz va mucho más allá de un simple medidor de sustentabilidad y de prácticas ambientalmente correctas: pasa por 160 requisitos que engloban cinco áreas (gobernabilidad, medioambiente, relación con el trabajador, relación con la comunidad y modelo de negocio de impacto).
Entre los puntos tomados en cuentas, Ana destaca la cantidad de mujeres en cargos de gestión, la estructura de remuneración y diferencias salariales dentro de la empresa, tratamiento de los residuos, uso de las energías renovables, rastreabilidad de materia prima, generación de valor para los proveedores, involucramiento con las comunidades del entorno y generación de impacto positivo de parte de la empresa.
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Sistema B: cómo actúan las empresas que quieren crear una nueva economía para América Latina - Instituto Humanitas Unisinos - IHU