08 Fevereiro 2017
"Se inicia la Mesa Pública entre Gobierno y ELN en un ambiente de favorabilidad y expectativa; con un proceso con las FARC en su fase de implementación – con dificultades, pero avanzando-,la afortunada coincidencia de la realización de la visita de los Premios Nobeles de Paz, que hace dos años empezó a organizar la Cámara de Comercio de Bogotá, la realización de una centena de encuentros de participación social por la paz organizados por la Mesa Social por la Paz, pronunciamientos de apoyo y esperanza de muchos sectores sociales", escribe Alejo Vargas Velásquez, profesor de la Universidad Nacional, Colombia, en artículo publicado por alai, 05-02-2017.
Vea el artículo abajo.
Hay tres aspectos centrales, pero que manejados adecuadamente, permitirán avanzar en la Mesa de Conversaciones e irse consolidando las mismas. El tiempo del proceso, el diseño sobre la participación social y el cese del fuego bilateral.
El tiempo: El proceso con el ELN debe tener su propia temporalidad, que la va marcando la Mesa de Conversaciones y el tiempo que se gaste es el que la dinámica del proceso requiera; estoy seguro que ninguna de las dos delegaciones de paz van a gastar tiempo innecesario, pero tampoco se puede pretender que se trata de atropellar las cosas por afanes sin sentido.
La participación social es y ha sido central para el ELN en su manera de concebir un proceso de terminación del conflicto armado y la construcción de paz. En el pasado reciente esto lo sintetizó en la propuesta de Convención Nacional, que a estas alturas ya no parece estar en sus prioridades. Especialmente la participación de los sectores tradicionalmente excluidos de la sociedad. La Mesa de Conversaciones deberá diseñar un sistema de participación de la sociedad, que sin excluir a ningún sector, haga una especie de ‘discriminación positiva’ a favor de los más humildes y excluidos, así como de los mecanismos y precise los alcances de esa participación.
El tema del cese bilateral del fuego y de las hostilidades es igualmente central. Porque contribuye a consolidar el clima de no violencia que se ha dado con la tregua con las FARC y en esa medida el proceso puede contar con una mayor favorabilidad de la opinión pública y ayudar al clima de confianza entre las partes que favorece el desarrollo de las conversaciones. Considero que la decisión tomada por las dos delegaciones, de instalar una ‘Mesa paralela’ para abordar lo que en el punto cinco de la agenda, numeral f., denomina ‘Dinámicas y acciones humanitarias’, para abordar temas como el del secuestro, los desaparecidos, los presos políticos y sociales, los asesinatos de líderes sociales, permitiría igualmente que se abordara el de un ‘cese bilateral del fuego y de las hostilidades de carácter transitorio’ –antes que pensar en decisiones unilaterales- y llegar a un ‘acuerdo humanitario de vigencia inmediata’, que le dé a estas conversaciones un clima de mayor tranquilidad para el desarrollo de los otros puntos de la agenda.
Espero confiado, con la mayoría de los colombianos, con optimismo el inicio de la Mesa Pública entre Gobierno y ELN, con la seguridad que el buen tacto de las dos delegaciones, el apoyo de los países garantes y la sociedad colombiana y la acogida fraterna del gobierno y el pueblo ecuatoriano, permitirán que se consolide un ambiente de trabajo que comience a producir resultados parar llegar a una paz completa.
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Desafíos iniciales de la mesa de Quito - Instituto Humanitas Unisinos - IHU