Por: João Flores da Cunha | Traducción: Juan Luis Hermida | 29 Setembro 2016
El último sábado, 24-09-2016, millares de mejicanos participaron da la llamada Marcha por la familia, un protesto contra el casamiento homosexual y en afirmación de lo que ellos entienden ser el modelo correcto de familia. La manifestación ocurrió en la Ciudad de Méjico, capital del país, y sucedió a actos menores realizados en otras ciudades a lo largo de la semana anterior. El movimiento cuenta con el apoyo de la Iglesia Católica del país.
Esos sectores son contrarios a la iniciativa del presidente mejicano, el impopular Enrique Peña Nieto, de transformar en legal el casamiento gay en todo Méjico. Hoy, esa unión es válida apenas en algunas regiones del país. En la Ciudad de Méjico, el casamiento entre homosexuales es reconocido desde 2015.
Más de 15mil personas; los 32 estados de la república presentes, todos #MarchanPorLaFamilia porque #DefendemosLaFamilia pic.twitter.com/odhJEgZM2p
— Frente Nacional (@FNxFamilia) 24 de setembro de 2016
El principal representante de este sector más conservador de la Iglesia del país es el cardenal Norberto Rivera. Recientemente, una publicación conectada con él afirmó que “un niño tiene mayores posibilidades de sufrir abuso de un padre homosexual.”
Organizado por la Frente nacional para la familia, el acto del último sábado fue una expresión de una visión conservadora de la sociedad. Parte de los manifestantes llevaron pancartas con los dichos: “Mi familia, como la de Nazaret.” Apoyadores del reconocimiento del casamiento homosexual en Méjico protestaron en las redes sociales utilizando el hashtag #TodosSomosFamilia.
Lanzada en marzo de 2016, la propuesta de Peña Nieto está paralizada en el Congreso del país. En el momento, su gobierno tiene poco capital político para aprobar una ley que enfrenta tamaña oposición. El presidente está debilitado después de diversos escándalos y polémicas ocurridas en su mandato. El fiasco de la visita reciente del candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, le costó el cargo al ministro de Finanzas, que había sugerido al presidente la invitación. Antes de eso, el masacre de Oaxaca, en junio de 2016, y el desaparecimiento de 43 estudiantes, en setiembre de 2014, trajo enorme prejuicios a la percepción pública del gobierno.
En su misa del domingo, 25-09-2016, el Papa Francisco afirmó, conforme registro de la Radio Vaticano: “Me uno de buen agrado a los Obispos de Méjico en el apoyo a los esfuerzos de la Iglesia y de la sociedad civil en favor de la familia y de la vida, que en este momento exigen una atención pastoral y cultural especial en todo el mundo.” La afirmación fue interpretada por la prensa como un apoyo al movimiento de los obispos mejicano en contra al casamiento homosexual.
El discurso parece contrastar con la exhortación apostólica Amoris Laetitia, que de acuerdo con artículo de Todd A. Salzman y Michael G. Lawler publicado por la IHU On-Line, constituye una señal de inicio de apertura en la Iglesia. Los autores expresaron su creencia de que Amoris Laetitia “señala el inicio de una Iglesia más abierta, comprensiva y esperamos que, así como está conformando un desarrollo orgánico del abordaje pastoral de cuestiones morales, más allá, en el largo plazo, para conformar también un desarrollo de la doctrina de la teología moral católica relacionada a cuestiones controvertidas de la ética matrimonial y sexual.”
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En Méjico, la Iglesia reacciona al casamiento homosexual - Instituto Humanitas Unisinos - IHU