Por: Lara Ely | Tradução: Juan Hermida | 17 Agosto 2017
Cuando el próximo año comenzar, faltarán dos semanas para que el Papa Francisco Bergoglio aterrice en Perú, en donde será esperado después de su breve pasaje por Chile. La visita ocurrirá en medio a una tumultuada crisis política y económica, con consecuencias fuertes en la educación y el empleo.
El país que se prepara para recibir al pontífice vive un escenario en que los profesores, médicos, enfermeros y demás servidores protestan por mejores condiciones de trabajo, mostrando su malestar por los salarios congelados hace ya diez años.
Subordinada a la agenda de la corrupción desde que el país comenzó a ser investigado en la operación Lava Jato (que llevó a la prisión al ex presidente Ollanta Humala por recibir dinero ilícito de la Odebrecht), la cuestión ha sido un fantasma que asombra el desarrollo del país.
El actual presidente Pedro Pablo Kuczynski, que asumió desde la salida de Humala, tiene alto índice de reprobación. Según encuesta del instituto Ipsos Perú, 29% de los peruanos rechazan su gestión. Él heredó una economía paralizada desde 2014, y un año al frente del gobierno fue insuficiente para sacar a la economía de la lama.
Sumase al escándalo de la Odebrecht (que alejó inversiones privadas en infraestructura, como el gaseoducto) un inesperado Fenómeno de El Niño en la costa, que afectó con inundaciones especialmente en la zona norte del país, en donde se concentra casi 20% del PBI nacional.
En entrevista al periódico peruano El Comercio, PPK afirmó que a pesar de representantes de algunas regiones ya firmaron acuerdos, hay personas que se aprovechan de su gobierno “no represivo.” “No queremos profesores que están asociados a la violencia, pero sabemos que ellos no son terroristas, son profesores frustrados. En estos diez años en que los salarios fueron congelados, se acumularon muchas frustraciones”, dijo, al reconocer que los profesores peruanos son mal pagos.
En medio a un periodo de vacas flacas y desesperanza, la visita del Papa puede servir de aliento a los fieles peruanos. En la capital Lima, Bergoglio tendrá dos encuentros que deberán reunir millares de personas: uno de ellos con los jóvenes y el otro con las familias y la población en general. La visita debe reunir un público entre 2 y 5 millones, de las cuales 20 mil serán jóvenes voluntarios.
En reciente colectiva realizada en la sede de la Conferencia Episcopal Peruana – CEP, el arzobispo de Trujillo Don Miguel Cabrejos destacó que la visita del Papa, que sucederá entre los días 18 y 21 de enero e incluye a las ciudades de Lima, Puerto Maldonado y Trujillo es “apostólica” y “pastoral” y señaló que “va a exigir una adecuada preparación espiritual de los fieles.”
En comunicado oficial publicado en el sitio web del Vaticano, el Papa envió un mensaje de esperanza a los peruanos.
“Ustedes son un pueblo con mucha reserva, y la reserva más linda que puede tener un pueblo es la reserva de los santos. Y ustedes tienen tantos y tan grandes santos que marcaron América Latina (…). Un santo siempre trabaja en este camino, de traer lo que está disperso a la unidad. Así lo hizo Jesús. Unidad y esperanza, trabajen en eso.”
Además de las cuatro misas previstas, Bergoglio deberá encontrarse con indígenas amazónicos y víctimas de inundaciones ocurridas en los primeros meses del año. Él
también tendrá un encuentro privado con el presidente Kuczynski y su familia en el Palacio de Gobierno y un viaje para Buenos Aires en la agenda.
Esta semana, la noticia de que el Papa Francisco confirmara la intención de viajar a El Salvador, fue anunciada por el Cardenal del país Gregorio Rosa Chávez, en su página en el Facebook. “El Papa Francisco me confirmó esta noche su intención de venir al país para la posible santificación de nuestro beato (monseñor Oscar Arnulfo Romero). Daré más informaciones en los próximo días”, decía su noticia. Más tarde, la noticia fue desmentida y el cardenal afirmó que la cuenta en la red social era falsa.
Por ocasión de la visita a Perú, vale recordar lo que ocurrió en la película franco-uruguaya-brasileña de 2007 el Baño del Papa, escrita y dirigida por César Charlone y Enrique Fernández. Basada en un hecho real la película retrata el impacto de la visita del Papa Juan Pablo II, en 1988, en una ciudad de Uruguay, Melo, próxima a la frontera con Brasil, en donde muchos habitantes viven de pequeños servicio, como contrabandear de bicicleta, productos de consumo comprados en Aceguá, Rio Grande del Sur.
En la obra, la venida del Papa es anunciada por la prensa con gran alarde, estimando que millares de personas vendrían al evento. En el panorama de dificultad de empleo y oportunidades, la visita es vista por la población de Melo como una oportunidad de ablandar la pobreza. Sin embargo, el pasaje fue tan rápido que la inversión no surte los efectos deseados.
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En su visita a Perú, el Papa debe encontrar un escenario de crisis - Instituto Humanitas Unisinos - IHU