12 Junho 2017
Los puertorriqueños votarán este domingo si continúan siendo un estado libre asociado de la mayor potencia mundial. Desde 1950, la isla tiene su propio gobierno.
El reportaje és publicado por Télam, 08-06-2017.
Los puertorriqueños votarán este domingo en un plebiscito para decidir sobre su relación con EE. UU., país al que le deben más de 70.000 millones de dólares pese a su condición de estado libre asociado.
Excolonia española convertida en territorio estadounidense a fines del siglo XIX, la isla de 3,5 millones de habitantes tiene su propio gobierno -bajo el estatuto de estado libre asociado- desde los años 1950.
#PRLibre | El próximo #11Jun se celebrará un plebiscito sin carácter vinculante en Puerto Rico ¿sabes de qué trata? https://t.co/mRJZk81Bbk pic.twitter.com/RcmcKQLk70
— teleSUR TV (@teleSURtv) 8 de junho de 2017
Desde mayo la isla se declaró en quiebra, por lo que se aprobó la llamada Junta de Control Fiscal.
Según el diario colombiano El Espectador, la llamada Junta de Control Fiscal es vista como una imposición colonial por muchos puertorriqueños, que defienden con orgullo su identidad cultural.
Si bien el plebiscito puede tener un fuerte impacto político, el referéndum al que son convocados los puertorriqueños es no vinculante.
Los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses, pero no pueden votar en las elecciones presidenciales a menos que residan en tierra firme.
Puerto Rico gozó durante décadas de exenciones de impuestos federales, lo cual impulsó a muchas empresas estadounidenses a instalarse allí. Pero esas ventajas fueron eliminadas en 2006.
Para compensar la pérdida de ingresos, Puerto Rico buscó alivio en el mercado municipal estadounidense de bonos, y ofreció atractivos papeles libres de impuestos que proveyeron efectivo a la isla, pero la sumergieron en una onerosa deuda.
A medida que aumentaba el desempleo y se intensificaba la recesión, los puertorriqueños comenzaron a abandonar la isla. Uno de cada diez emigró en los últimos 10 años. La mayoría de ellos se asienta en Florida (sureste de Estados Unidos), particularmente en Orlando.
Este éxodo agravó la crisis fiscal porque se redujo el número de contribuyentes. Ahora hay más puertorriqueños en Estados Unidos que en su isla. Incapaz de honrar sus deudas, Puerto Rico se declaró en quiebra a principios de mayo.
Los dos partidos que se han alternado en el poder desde los años 1950 (el Partido Nuevo Progresista del gobernador Ricardo Rosselló y el opositor Partido Popular Democrático) se acusan mutuamente de este desastre financiero.
El gobernador Rosselló "tuvo que hacer en dos meses el trabajo que la pasada administración no hizo", asegura Christian Sobrino, su principal asesor económico y presidente del Banco Gubernamental de Fomento.
La administración de Rosselló espera estabilizar la situación económica en cuatro años, a través de alianzas con el sector privado y en particular gracias al turismo, que aún no está tan desarrollado como en islas vecinas, explicó Sobrino.
"Es un gran reto, pero lo vamos a poder atender", dijo.
Revitalizar la economía de la isla será más difícil bajo la presidencia de Donald Trump, quien aboga por recortes en asistencia alimentaria y programas de salud para los más pobres.
"La gente está en estado catatónico, en shock, nunca se había experimentado una situación como ésta", dijo Gerson Guzmán, presidente de la UGT, el sindicato mayoritario de empleados de la salud de Puerto Rico.
Los recortes "pueden provocar un colapso en el sistema de salud del gobierno de Puerto Rico", que enfrenta amenazas como el virus del zika, advirtió.
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Porto Rico. Con un plebiscito, se definirá el futuro de la relación con EE UU - Instituto Humanitas Unisinos - IHU