Por: João Flores da Cunha/IHU | Traducción: Juan Hermida | 16 Agosto 2016
Los Estados Unidos deportaron para Guatemala el ex militar Santos López Alonzo, sospechoso de haber participado en una masacre que ocurrió en 1982, durante la guerra civil del país (1960-1996). Él desembarcó en la Ciudad de Guatemala el día 10-08-2016 y fue preso por las autoridades del país.
#Urgente EEUU entrega al país a Santos López Alonzo para que afronte a la justicia por el caso "Las dos Erres" pic.twitter.com/2bTLQvvEeZ
— JuanVictor Castillo (@juanVictorCas1) 10 de agosto de 2016
Alonzo habría participado de una masacre en el pueblo Dos Erres – en el municipio de La Libertad, que queda en el norte del país-, en el cual 201 personas fueron asesinadas por soldados del Ejército. Sus cuerpos fueron tirados en un pozo.
Él estaba preso en los Estados Unidos por causa de problemas con la inmigración. Las autoridades de Guatemala querían llevarlo de vuelta al país desde 2009, cuando la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió una sentencia determinando que la masacre fuera investigada.
La masacre de Dos Erres ocurrió en el momento más violento de una guerra civil que atravesó cuatro décadas y dejó más de 200 mil muertos. La guerra se libró entre el gobierno militar, apoyado por los Estados Unidos, y grupos izquierdistas rebeldes que tenían el apoyo de indígenas y campesinos.
En 1982, el presidente del país era el general Efraín Ríos Montt, que está preso por el genocidio del pueblo Ixil y por crímenes contra la humanidad. Las violaciones de derechos humanos eran sistemáticas durante el gobierno militar.
De acuerdo con el informe de la comisión de la verdad instaurada en Guatemala después del fin del conflicto, los militares fueron responsables por casi todas las violaciones de derecho ocurridas durante la guerra civil. El obispo Juan José Gerardi, de la Arquidiócesis de la Ciudad de Guatemala, fue asesinado en 1998, dos días después de presentar un informe sobre los crímenes del Ejército. Él fue muerto por los militares.
La masacre de Dos Erres representa la violencia extrema que permanece como marca del país y de América Central, de forma general. Además de Guatemala, también El Salvador sufrió con una guerra civil en la segunda mitad del siglo XX.
El caso se hizo significativo también por la impunidad. Fueron necesarias casi tres décadas para que los responsables por el crimen fueran conducidos a la Justicia. El primero de ellos fue Gilberto Jordan, preso en los Estados Unidos en 2010. La violencia de Estado dejó marcas en Guatemala: hasta hoy el país tiene altos índices de ejecuciones extrajudiciales.
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Los Estados Unidos deportan para Guatemala um ex-militar acusado de masacre - Instituto Humanitas Unisinos - IHU