15 Março 2016
La financiera finlandesa Finnfund insiste en proseguir con la construcción de la represa sobre el río Gualcarque, ya que aseguran que no daña el área reclamada por la etnia lenca, cuya cabeza visible era la asesinada dirigente Berta Cáceres.
El reportaje fue publicado por El Libertador, 08-03-2016.
Tegucigalpa. La Compañía Finlandesa de Desarrollo Financiero (Finnfund, en inglés), dijo que condena el asesinato de la ambientalista Berta Cáceres y se desmarca de cualquier señalamiento en su contra.
A través de un comunicado, el fondo finlandés lamentó que la violencia política que vive Honduras, haya acabado con la vida de Cáceres, ejecutada por paramilitares la semana anterior en su vivienda en la occidental localidad de La Esperanza.
No obstante, insiste en proseguir con la construcción de la represa sobre el río Gualcarque, ya que aseguran que no daña el área reclamada por la etnia lenca, cuya cabeza visible era Berta Cáceres.
A continuación, el comunicado de Finnfund:
COMUNICADO DE FINNISH DEVELOPMENT FINANCE COMPANY (FINNFUND)
CONDENA EL ASESINATO DE LA ACTIVISTA AMBIENTAL
LA HIDROELÉCTRICA CRITICADA POR SER RESPONSABLE
Berta Cáceres, dirigente del Consejo de Pueblos Indígenas de Honduras (COPINH) que se oponía al proyecto de la central Hidroeléctrica de Agua Zarca, cofinanciado por FinnFund, fue asesinada en Honduras el 3 de marzo. El cual es un crimen que fuertemente condenamos.
Por los momentos, la divulgación de la información sobre los autores y motivos del asesinato no estan claros. Sin embargo, la situación política interna en Honduras es tensa, y, por desgracia, el país tiene una fuerte cultura de la violencia política.
COPINH ha criticado al gobierno nacional sobre la explotación de los recursos naturales y ha hecho reclamaciones que, por ejemplo, han sido violados los derechos de la minoría etnia Lenca. COPINH también ha criticado en repetidas ocasiones que el proyecto Hidroeléctrica Agua Zarca usando estos argumentos.
Se han llevado a cabo manifestaciones en contra del proyecto. El uso de la violencia se ha producido en relación con las manifestaciones, pero las partes interesadas han presentado descripciones contradictorias de los acontecimientos.
Los cofinanciadores en el proyecto, incluyendo FinnFund y la Compañía Financiera de Desarrollo Países Bajos (FMO), han hecho hincapié en la importancia de escuchar a todas las partes y resolver cualquier conflicto de manera pacífica, tratando de influir en los asuntos positivamente.
Se ha aconsejado a los guardias y fuerzas policiales que han protegido al proyecto durante las manifestaciones y otros eventos para que evitasen el uso de la fuerza.
La empresa hondureña DESA (Desarrollos Energéticos, S.A.), ejecutora del proyecto Hidroeléctrico Agua Zarca, ya ha sido acusada públicamente del asesinato de Cáceres.
Sin embargo, en base a la información actualmente disponible, no hay ninguna información que confirme la identidad de los asesinos. Finnfund espera de ellos sean llevados ante la justicia. FinnFund sigue monitoreando el desarrollo de la situación y reacionará según lo amerite.
Como cofinanciadores, FinnFund y FMO han sido capaces de apaciguar significativamente la situación entre el proyecto y sus críticos, y también han sido capaces de instigar a otras mejoras en la gestión de las responsabilidades sociales y ambientales del proyecto.
La relación entre el proyecto y las comunidades de los alrededores ha mejorado significativamente. Una clara mayoría de las comunidades y habitantes de las mismas apoyan el proyecto. Los partidarios de COPINH se centran principalmente en un solo pueblo.
Hay una gran cantidad de información falsa que está siendo propagada por la gente. La planta de energía en cuestión es de aproximadamente 22 MW el cual se ha hecho un desvió del cauce, con un embalse del tamaño de dos campos de fútbol.
Así mismo el agua extraída del cauce principal del río corre bajo tierra (3 túneles, por un total de aproximadamente 2 kilómetros), en los canales (4 canales, por un total de aproximadamente 2,7 kilómetros), y en las tuberías.
El agua acarreada del canal principal hacía la planta eléctrica no es de tal volumen para poner en amenaza al ecosistema del río. Los impactos ambientales y sociales del proyecto se han evaluado cuidadosamente y se han encontrado pocos.
A diferencia de lo contrario profesado en la opinión pública, el proyecto no ha implicado ningún reasentamiento involuntario o ha habido perdida de tierras agrícolas. Las áreas de tierra necesarias para el proyecto han sido compradas a través de la venta voluntaria de tierras (comprador dispuesto
- vendedor dispuesto), y el derecho de los vendedores para vender sus tierra se ha verificado cuidadosamente.
Las comunidades y habitantes de la zona han sido informados y consultados de manera cuidadosa (Consentimiento Libre, Previo e Informado, CLPI) que no se utiliza por lo general en los proyectos del tamaño de Agua Zarca y con tan pocos impactos ambientales.
FinnFund y FMO han llevado a cabo la debida diligencia detallada sobre estos asuntos. La afirmación hecha públicamente que la Corporación Financiera Internacional (IFC), la organización del sector privado del Banco Mundial, se había retirado del proyecto debido a problemas de responsabilidad tampoco son ciertos.
Un fondo, en donde el IFC es uno de los inversionistas, ha considerado hacer la inversión en el proyecto. Sin embargo, el período de inversión del fondo finalizó antes de que tuviera tiempo de tomar una decisión para invertir en Agua Zarca.
La empresa constructora china que inició el proyecto tampoco se retiró del proyecto, pero su contrato fue descontinuado a través de un acuerdo mutuo entre las partes.
Igualmente, contrario a lo que se ha afirmado en público, la estructura de la presa no se ha reducido de manera significativa a partir de los planos originales.
En su lugar, todo el proyecto fue trasladado de un lado del río (Río Gualcarque) a la otra para evitar conflictos con un grupo de pobladores críticos del proyecto. Ninguna tierra de propiedad comunal o utilizada por los pueblos indígenas se adquirido para el proyecto, y el acceso a los recursos naturales no se limitará.
El municipio de San Francisco de Ojuera, donde ahora se ejecutará el proyecto, no es territorio indígena y ninguna de las comunidades en el lado izquierdo del río (donde el proyecto ahora se lleva a cabo) se identifican como indígenas.
Desde un inicio, la razón clave para la participación de Finnfund en la financiación de Agua Zarca han sido los principales impactos en el desarrollo del proyecto:
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Financiera finlandesa insiste en construir represa en Río Hondureño - Instituto Humanitas Unisinos - IHU