10 Agosto 2018
Gonzalo Carrión, director jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos - Cenidh, afirma: “la responsabilidad del Estado es grande" al conocerse el trágico balance que de las protestas hace el gobierno de Ortega.
El reportaje es de Maynor Salazar, publicado por Confidencial, 09-08-2018 e reproducido por CPAL Social, 09-08-2018.
El informe brindado por el canciller Denis Moncada Colindres sobre la cifra de muertos durante las protestas en contra del régimen de Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo, tiene como “propósito minimizar la responsabilidad del Estado” que “ya es grande” si se “acepta” la cifra de 197 ciudadanos, que registra el Ejecutivo, afirmó Gonzalo Carrión, director jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
De acuerdo con el informe gubernamental, entre las 197 personas fallecidas durante el “intento de golpe de Estado”, 191 fueron hombres y 6 mujeres. La cifra excluye a 253 ciudadanos que –según el Gobierno– murieron en esa misma fecha, pero por “delincuencia común (230), accidentes de tránsito (6) y otras causas (17)”.
“Hay una hegemonía de la violencia resumida en el uso de fusiles de guerra que portan los paramilitares. Teniendo un Ejército indiferente, una Policía Nacional y otro ejército armado se cometieron 230 homicidios. ¿Entonces en manos de quién estamos?”, cuestionó Carrión.
El director jurídico del Cenidh manifestó que el dato de las 230 personas que fallecieron por la delincuencia común, es una “mentira atroz”. Insistió en que “tan grande es la represión como la monstruosa ofensa con esas mentiras”, y que la afirmación del Gobierno es una “burla contra el dolor de las familias que no lograron enfrentar un duelo” porque velaron a los suyos en un contexto de represión.
Al excluir de la ecuación a 253 personas y reflejar tan solo 197 muertes, el informe del Estado queda corto respecto a los 317 que refleja la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), los 306 que registra el Cenidh, y los 300 que tiene en lista la Comisión Permanente de los Derechos Humanos (CPDH).
Carrión expresó que el Ejecutivo continúa aplicando la lógica de “matar y negar, reprimir y negar”. Agregó que los daños de la brutal represión han sido negados desde el inicio, cuando afirmaron que los protestantes se “mataban entre ellos mismos”.
De acuerdo al documento gubernamental, en Managua se reportan 84 víctimas, 25 en Masaya, 24 en Carazo, 13 en Matagalpa, 11 en Estelí, 8 en León, 6 en Río San Juan, 5 en el Triángulo Minero, 5 en Jinotega, 4 en Puerto Cabezas, 4 en Chinandega, 4 en Chontales, 2 en Granada, 1 en Bluefields y 1 en Boaco.
Durante la presentación del informe, Moncada Colindres insistió en que las cifras que los organismos de derechos humanos han presentado, fueron “manipuladas por los golpistas… para desprestigiar, difamar y dañar la imagen de nuestro Gobierno”.
Rosario Murillo, vicepresidenta de Nicaragua, dijo en su acostumbrada comunicación de mediodía que “todos sabemos que las cifras han venido siendo manipuladas, porque aquí a la par de la muerte, de la sangre que impusieron en nuestra Nicaragua durante casi tres meses de secuestro nacional, hay un plan malvado, perverso, para difamar, para desprestigiar, para dañar la imagen del gobierno de Nicaragua”.
Al respecto, Carrión afirmó que el Gobierno ha mentido desde el 19 de abril, y que el cinismo del Estado se visibiliza en las acusaciones de más de cien personas que enfrentan un proceso por terrorismo, asesinato y crimen organizado.
“Es importante señalar que en nuestro informe nosotros tenemos 306 nombres de personas, plenamente identificadas. Nunca habíamos tenido, en 28 años del Cenidh, que cuantificar tantas víctimas. El Estado no ha desvirtuado con lista en manos nuestro informe, aunque este no es un tema de listas, sino de personas asesinadas”, refirió Carrión.
Marcos Carmona, director de la CPDH, explicó que lo que busca el Gobierno con este informe que refleja un número menor de muertos, es desacreditar y minimizar a los organismos de derechos humanos. Manifestó que a pesar de que el presidente Ortega les ha llamado terroristas o golpistas, la obligación que tienen es decir la verdad al pueblo y pues no “podemos estar ocultando el dolor de las familias, de muchas madres, no tenemos porqué estar inventando muertos”.
“En primer lugar como CPDH, las 300 muertes que nosotros tenemos documentadas en el contexto de las protestas, son datos que hemos comprobado a través de familiares y visitas in situ, con ayuda de nuestra red de promotores voluntarios. Dentro de nuestra objetividad y responsabilidad, no está eso de inventar muertos, de crear inestabilidad en el país. Estamos documentando cada una de las denuncias que se han presentado en nuestra institución”, dijo Carmona.
El director de la CPDH destacó que este organismo está consciente que otras personas han fallecido fuera del contexto de las protestas, y estas no han sido incluidas en el informe preliminar que presentaron a los medios de comunicación. Por ejemplo, el cineasta guatemalteco Eduardo Spiegler, quien falleció cuando cayó sobre él un “árbol de la vida”, no fue registrado en el documento de los 300 muertos.
“A él no lo hemos considerado porque fue un accidente. De igual forma el hijo de la capitana de la Policía, que denunció que fue despedida por cuestionar la función del Gobierno… su hijo falleció en un accidente de tránsito y hemos comprobado que no tiene que ver con las muertes en el contexto de las protestas. Estamos en disposición de compartir nuestra información con el Gobierno. Eso sí, estamos seguros que son 300 muertos dentro del contexto de protesta”, expresó Carmona.
El director de la CPDH, manifestó que sin importar la cifra de caídos durante los meses de protestas, todas son lamentables y debe haber acceso a la justicia y condenar a los responsables de estos crímenes.
“Parece que para el Gobierno 197 personas es poco, sin embargo, es una cantidad exagerada en un país tan pequeño, donde la población es de 6 millones de habitantes. En Venezuela, en cinco meses de protesta hubo 150 muertos, con una población de 32 millones.”, recordó Carmona.
El informe brindando por el canciller, registra que del total de ciudadanos “fallecidos víctimas del terrorismo golpista”, tan solo cinco son universitarios. Sin embargo, la cifra real registrada por CONFIDENCIAL, otros medios de comunicación y organismos de derechos humanos, supera el número brindado por el Gobierno.
Gonzalo Carrión, del Cenidh, enfatizó en que el informe de este organismo registra 35 estudiantes muertos, entre alumnos de primaria, secundaria y de universidad. Aunque dejó entrever que pueden haber más jóvenes que aumenten la lista de fallecidos. “ Ellos solo registran números, no tienen más datos. Quieren despojar a la sociedad del derecho de saber”, replicó.
El archivo de notas de CONFIDENCIAL revela que entre el 19 de abril y el 25 de julio, fallecieron más de cinco estudiantes. Este medio de comunicación recopiló y corroboró los nombres de los universitarios que fueron asesinados por las fuerzas armadas del Gobierno.
Orlando Francisco Pérez, cursaba el último año de Ingeniería en Energías Renovables en el Farem-Estelí; Franco Valdivia, de 24 años, estudiaba tercer año de Derecho en la Unival, en esa misma ciudad; Álvaro Gómez, muerto en Masaya, llevaba clases de Banca y Finanzas los sábados en la UNAN-Managua.
Gerald Vázquez, estudiante de la UNAN-Managua, falleció en un ataque de paramilitares a la parroquia La Divina Misericordia; Daniel Reyes, cursaba sabatino tercer año de Veterinaria en la UCC; al igual que Kevin Dávila, quien falleció en la UPOLI, pero estudiaba en la UNA.
Michael Cruz, de 30 años, ex universitario de la UPOLI, estudiaba un posgrado en esta alma mater. Cristhiam Emilio Cadenas, de 23 años, era estudiante de Agroecología en la UNAN León, y miembro activo del CUUN.
Se suma a la lista de estudiantes fallecidos Raynéia Lima, la estudiante brasileña, que estaba a punto de finalizar sus estudios de Medicina en la UAM, y que fue ultimada por un exmilitar del Ejército de Nicaragua, en el sector del residencial Lomas de Monserrat.
Carrión expresó que el maquillaje en las cifras del Gobierno corresponde a la información que el presidente Ortega ha dado a las cadenas de noticias internacionales en las últimas semanas.
“De un día para otro aumentó a 195 muertos. Y si te acordás, hace un mes a Moncada le preguntaron por muertos y no da una respuesta porque es un fenómeno complicado. El fenómeno es complicado porque no es fácil aceptar la verdad de que su Estado, su Gobierno, ha asesinado tanta gente, por eso es complicado y habla de manipulación”, finalizó Carrión.
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Nicarágua. Informe oficial sobre masacre orteguista “es una burla” - Instituto Humanitas Unisinos - IHU