El Senado chileno aprobó el 29-11 la ley del Presupuesto general del país para 2017, con recursos garantidos para la gratuidad de la educación de nivel superior y técnico. El texto prevé aporte de recursos para las universidades estatales, financiamiento del gobierno para becas de alumnos de facultades privadas y la ampliación del derecho a la educación gratuita para alumnos de nivel técnico y profesional.

La ley del presupuesto, que ya había sido aprobada por la Cámara de los diputados parte ahora para ser promulgada por la presidente del país, Michelle Bachelet. Ella afirmó después de la aprobación de la ley que ella significa “un nuevo paso rumbo a un Chile más justo.”

Bachelet se dice feliz por el hecho y señaló, por medio del Twitter, que el acto de los parlamentares “garante la educación como derecho.” “Que no quepa ninguna duda que el gobierno va a seguir luchando por una educación gratuita – pero sobretodo de calidad –, de forma responsable y gradual” declaró la presidente.

En 2017 muchos más estudiantes accederán a la #Gratuidad. Agradezco a parlamentarios que apoyaron consolidar la educación como un derecho.

— Michelle Bachelet (@mbachelet) 30 de novembro de 2016

El derecho a la educación gratuita es una de las principales reivindicaciones sociales en Chile, que pasó por protesto de estudiantes y ocupaciones de escuelas en la última década. La discusión sobre la gratuidad de la enseñanza en el presupuesto del país hace parte de ese contexto. La referencia de la presidente a los términos “responsable y gradual” se debe al hecho de que la educación gratuita está siendo implementada de a poco.

Bachelet fue electa para su segundo mandato con una agenda de reformas, inclusive en el campo de la educación. Ella implementó una reforma tributaria y sufre presiones para cambiar el sistema de pensiones, considerado injusto por la mayoría de los chilenos.

La #Gratuidad llegó para quedarse. Y hoy avanzamos en estudiantes de institutos técnico- profesionales ¡Aprobado en el Congreso! ? pic.twitter.com/8aTsohnliP

— Ministerio Educación (@Mineduc) 29 de novembro de 2016

“La gratuidad vino para quedarse” es el mensaje que el gobierno chileno está intentando pasar después de la aprobación del presupuesto. El discurso optimista de la situación contrasta, sin embargo, con la insatisfacción por parte de la base de apoyo de Bachelet, que está dividida después de la derrota sufrida en las elecciones municipales realizadas en octubre. Congresistas alineados a la Nueva Mayoría, coalición de izquierda que apoya a la presidente, afirmaron que la negociación del presupuesto se dio en tono de amenaza de judicialización de la materia.

Eso se debe al hecho de que el gobierno negoció con su base y con la oposición para evitar el mismo escenario del año pasado, cuanto el texto sobre la gratuidad de la educación presente en la ley del Presupuesto acabó siendo enviada para discusión en el Tribunal Constitucional del país por iniciativa de los parlamentares contrarios a Bachelet. Después del acuerdo, la presidente señaló que la aprobación “fue posible gracias al dialogo” en el Congreso.

La división de la base gubernista tiene impactos en el escenario electoral del país: no existe un consenso sobre quien será el candidato de la izquierda en las elecciones presidenciales de 2017. El ex presidente Sebastián Piñera (2010-2014) debe ser el candidato de la derecha, y hoy parece mejor posicionado para vencer el pleito. Bachelet convive con bajos índices de popularidad en este segundo mandato al frente de Chile.