10 Fevereiro 2020
Alberto Koenigsknecht. Perú, †1986.
Obispo de Juli, Perú, muerto en accidente sospechoso, después de haber sido amenazado de muerte por su opción por los pobres. Misionero norteamericano de Maryknoll, prelado de Juli, en Puno. El mote cariñoso de "K-13" se debe al número de letras de su apellido alemán, que significa "servidor del rey". Pero él vive al servicio del hombre-rey, hijo de Dios: el campesino indígena, que Alberto ama entrañablemente en los 38 años pasados en Puno. Muere en un accidente, a los 69 años, como otros dos pastores del Sur Andino: los obispos Vallejos y Dalle.
Alberto está en Lima, en reunión del Episcopado donde debe apoyar un proyecto para los campesinos. Semana ardua que termina el 8. Parte enseguida para Juli. Allí se entera de un incidente en Pomata, que implica a las religiosas. Conduciendo su camioneta viaja hacia allá, preocupado. La reunión es tensa. En las religiosas se acusa a toda la Iglesia de Juli. Sale nuevamente, sin almorzar, urgido por llegar a Puno, donde debe entrevistarse con el presidente Alan García, que ese día visita la ciudad, por problemas de tierras de los campesinos. A 37 kilómetros de Puno, en Caritamaya, que en aymara significa "lugar de descanso para el espíritu", Alberto, agotado, choca con un camión estacionado y muere al instante. Su rostro está intacto, pero el impacto le destroza órganos vitales. Al que nunca se detiene en la entrega sencilla y fraternal a los pobres, el Señor le regala el descanso de Caritamaya. Miles de campesinos desfilan besando las manos de su padre y amigo. En la eucaristía, celebrada bajo el cielo azul, el obispo Albano Quinn recuerda el salmo preferido de Alberto: "Su mansión será la casa del Señor".
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10 de fevereiro de 1986 - Instituto Humanitas Unisinos - IHU