13 Janeiro 2017
Los Obispos que componen la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) se abstuvieron de participar en la toma de posesión de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo como presidente y vicepresidente respectivamente, para el periodo 2017-2021.
En el acto, sólo estuvo presente el arzobispo emérito de Managua, Miguel Obando y Bravo (antiguo detractor del sandinismo y hoy aliado del presidente) y los sacerdotes Neguib Eslaquit, Antonio Castro, Eddy Montenegro y Bismark Carballo, todos ellos, del círculo más cercano de Obando y abiertos simpatizantes del partido de gobierno.
El reportaje es de Israel González, publicado por Religión Digital, 12-01-2017.
En el país centroamericano, por primera vez en la historia republicana una pareja matrimonial detentará los primeros dos cargos del poder ejecutivo. Ortega y Murillo fueron electos en los cuestionados comicios generales de noviembre pasado, que organizaciones opositoras tildaron de "farsa electoral", debido a que el Consejo Supremo Electoral (CSE, órgano rector de las elecciones) decidió inhibir a la denominada "Coalición Nacional por la Democracia" (CND), que englobaba a los principales movimientos de oposición. De manera que en la contienda sólo participaron el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, en el poder desde 2007) y una serie de minúsculos partidos políticos sin arraigo popular.
Ortega y Murillo fueron juramentados por el también recientemente electo presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras. El juramento leído para la investidura, traía evidentes referencias a Dios, como una manera de legitimar su asunción presidencial utilizando lo mítico-religioso. Cabe señalar que en Nicaragua, el 95% de su población se declara creyente y que el gobierno en su eslogan oficial reza ser: "cristiano, socialista y solidario".
En días anteriores, se especuló si habría participación de los Obispos de Nicaragua en el acto de investidura presidencial del tercer mandato consecutivo de Ortega. En las redes sociales, diversos internautas y algunos sectores de la sociedad advirtieron que si algún jerarca católico asistía al acto, sería visto como un acto de legitimación del gobierno de Daniel Ortega por parte de la Iglesia.
En declaraciones al diario La Prensa de Managua, el actual arzobispo de Managua, cardenal Leopoldo José Brenes indicó que él no asiste a ése tipo de actividades porque su misión está en la atención pastoral de los feligreses.
"No asisto a ése tipo de actividades, mi vida es la parroquia", expresó el cardenal Brenes al diario La Prensa al ser consultado por su ausencia en el acto de investidura presidencial de Daniel Ortega. Al arzobispo de Managua se le veía como uno de los posibles obispos que asistirían a la toma de posesión debido a sus posiciones conciliadoras y dialogantes con el gobierno al frente de la CEN.
Brenes, que esta semana cumplirá cuatro años de haber sido elevado al cardenalato por parte del Papa Francisco, desde que es cardenal es seguido siempre por una batería de periodistas de medios de comunicación afines al gobierno. Además, lleva consigo a un escolta policial en un país dónde según las estadísticas más recientes, apenas se cometen siete homicidios por cada cien mil habitantes. Recién en diciembre pasado, acudió junto con miembros de la Curia Arzobispal a bendecir un museo que construyó la administración de Ortega en honor a Juan Pablo II.
Por su parte, también hubo reacción de parte del obispo auxiliar de Managua, el carmelita Silvio José Báez Ortega. Desde su cuenta oficial de Twitter @silviojbaez, publicó: "Ninguno de los Obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua en la plaza de la Revolución". Horas después, publicó otro tuit con la siguiente frase: "Hay épocas en que la historia deja de ser real pues los acontecimientos que se viven son una vuelta al pasado".
En días anteriores, diversos Obispos han zanjado su postura con relación al nuevo periodo presidencial de Daniel Ortega, ésta vez acompañado por su esposa Rosario Murillo como vicepresidenta. Entre quiénes han expuesto sus puntos de vista están los obispos Rolando Álvarez Lagos (Diócesis de Matagalpa), Jorge Solórzano Pérez (Diócesis de Granada) y Silvio José Báez Ortega (auxiliar de la Arquidiócesis de Managua).
En el marco de la Jornada Mundial de la Paz del pasado primero de enero, Monseñor Rolando Álvarez Lagos exhortó a sus feligreses a ir aumentando su capacidad crítica ante los diversos problemas que aquejan al país desde hace años, así como la potenciación de la no violencia activa como una forma de resistencia ciudadana.
"El camino que Nicaragua debe recorrer es el de la no violencia para conseguir la paz, la no violencia que despierte nuestras conciencias, que nos haga hombres críticos y cada vez más razonables, capaces de oponernos a toda injusticia, a toda arbitrariedad, a toda corrupción, a toda falsedad, a toda farsa (...)", aseguró.
Según el obispo de Matagalpa, otro ejemplo de no violencia activa y de persistencia pacífica que se vivió en este país fue el 6 de noviembre pasado. "Me siento cada vez más orgulloso de este pueblo nicaragüense, que cuando le toca alzar su conciencia cívica, su conciencia democrática, su conciencia republicana, no duda en hacerlo y, sin recurrir a la violencia, ese día el pueblo de Nicaragua demostró que quiere la paz y el progreso", expresó Álvarez, arrancando aplausos entre sus feligreses al interior de la Catedral San Pedro de Matagalpa.
Por último, Álvarez Lagos citó como ejemplo la lucha de los campesinos anti-canal que ejercen una no-violencia activa para lograr la derogación de la polémica Ley 840, ley concesionaria para la construcción de un Canal Interoceánico por Nicaragua.
"Es la lucha anticanal que libran muchos de nuestros hermanos, esencialmente en aquellas áreas donde los subproyectos serían nefastos para el medioambiente, para la madre tierra, para la naturaleza", remarcó Rolando Álvarez.
La homilía del Obispo Álvarez fue secundada desde Managua por Monseñor Silvio José Báez Ortega, OCD. quién en Facebook escribió: "Apoyo totalmente a mi hermano Mons. Rolando J. Álvarez, Obispo de Matagalpa, en su llamado a vencer el miedo y a ejercer con valentía y responsabilidad este año la no violencia activa para recuperar la democracia en Nicaragua".
Otro obispo que fue enfático en pedir al gobierno de Daniel Ortega apertura y democracia real fue Monseñor Jorge Solórzano Pérez, obispo de Granada. Mediante un mensaje de texto, el prelado detalló en 10 puntos, lo que espera la jerarquía católica del tercer mandato consecutivo del ex líder de izquierda.
"Queremos, oramos y debemos de construir juntos una Nicaragua que tenga: 1. Una economía estable y más empleos. 2. Un menor descontento social. 3. Dialogante con todos y respetuoso de los derechos humanos. 4. Aprobación o cambio de leyes como la 840 (Ley del Gran Canal Interoceánico) conforme a las necesidades del pueblo. 5. Elecciones libres y observadas con un buen sistema electoral. 6. Prioridad a la seguridad y salud. 7. Transparencia. 8. Más contacto y que se escuche al pueblo. 9. Real democracia y 10. Mejorar la educación de Nicaragua", manifestó Monseñor Solórzano.
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Los obispos nicaragüenses no acuden a la toma de posesión de Daniel Ortega - Instituto Humanitas Unisinos - IHU