17 Agosto 2017
El arzobispo de Asunción, Mons. Edmundo Valenzuela, denunció que la inequidad ha crecido en el Paraguay, que ahora tiene 850.000 pobres abandonados a su suerte. Advirtió que la “ideología de género” amenaza al género humano.
El reportaje es publicado por ABC Color, 16-08-2017.
Una multitud de fieles celebró ayer la fiesta de la Virgen de la Asunción, patrona del Paraguay. Los actos festivos comenzaron con la procesión náutica desde Sajonia hasta el Puerto de Asunción y desde allí los fieles llevaron a hombro la imagen de la Madre de Dios hasta la explanada de la Catedral, donde se ofició la misa con mucho retraso. Estaba previsto para las 9:00 y comenzó luego de las 10:00. Alumnos de instituciones católicas se asociaron al acontecimiento escoltando a la protectora.
El intendente de Asunción Mario Ferreiro estuvo presente y antes de la misa se enfrascó en una discusión con defensores del parque Pavetti.
En su homilía, monseñor Valenzuela lamentó la inequidad que impera en nuestro país, donde la pobreza extrema ha crecido en unas 850.000 personas, abandonadas a su suerte y la falta de distribución equitativa de la riqueza. Agregó que estas son las “¡Hemos globalizado la indiferencia!”, precisó.
En otro momento, habló de las grandes ideologías que combaten la fe y la iglesia; la pérdida de valores humanos y cristianos, la destrucción de la familia, de la vida, la banalización del sexo, la difusión de la drogadicción, el alcoholismo… y en el campo pastoral, el desánimo y el cansancio, una mera conservación de la agencia religiosa, la reducción de las vocaciones consagradas, especialmente femeninas, la poca formación a la vida cristiana…
Varios obispos concelebraron ayer la misa.
Según el arzobispo, la ideologías de género, la promoción del aborto, los métodos anticonceptivos amenazan a la naturaleza humana. “Un mundo sin Dios representa cada vez más un descalabro moral en la pérdida del ser hombre y mujer, de la familia y del pluralismo cultural”, indicó.
Los campesinos que acampan frente al Congreso también marcharon durante la misa, mientras los universitarios que atropellaron y ocuparon la Universidad Católica colgaron banderolas con inscripciones que pedían la renuncia del rector Narciso Velázquez. Al término de la misa continuó la fiesta con una jineteada en el Seminario Metropolitano.
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Arzobispo dice que aumentó inequidad y hoy hay 850.000 pobres abandonados - Instituto Humanitas Unisinos - IHU