02 Setembro 2016
Después del apartamiento definitivo de la presidente Dilma Rousseff de la Presidencia de la República, con el encerramiento del juicio político en el Senado, por 61 votos a 20, la pregunta a responder es: “¿Qué dejará marcas en la historia del Brasil?”, dice Rudá Ricci a IHU On-Line, en la entrevista a continuación, concedida por teléfono en la tarde de ayer, 31-08-2016.
Para él, tres son las marcas que quedarán en la historia política del país: la transformación del PT en un “partido tan conservador cuanto cualquier otro”, la pérdida de “legitimidad” “junto a su electorado”, y la “no concordancia” de la sociedad “con esa estratagema” de “cambio de poder”, en donde sale la presidente electa y entran “los derrotados de las elecciones de 2014.”
En la entrevista a continuación, Ricci comenta el vaciado de las calles en la última semana y atribuye el hecho al propio PT, que “no hizo ningún esfuerzo real de organizar manifestaciones pro Dilma, porque en los bastidores muchos dicen que era mejor Dilma salir como víctima – y hoy la votación fue perfecta en ese sentido para el PT. (…) Ellos decían que sería muy importante ella salir como víctima porque si ella volviera tendría un gobierno vedado, no conseguiría gobernar y eso acabaría transbordando sobre la legitimidad del PT.” Dilma, evalúa el sociólogo, ya “está mucho más para el laborismo de que para el PT en este momento y tengo la impresión de que el PT también quiere eso.”
A pesar de la caída de la presidente Dilma y del descredito en relación al PT de aquí para adelante, “es la izquierda más radical que crece”, pondera Ricci, al comentar rápidamente el desempeño del PSOL en las campañas municipales en algunos estados del país. Estos datos, señala, no indican “poca cosa” y “no da para decir que la izquierda es frágil”, aunque lo que tiende a “crear un vigor popular y de izquierda serán los movimientos sociales y no los partidos políticos.”
Según él, “a partir de ahora la izquierda, posiblemente, tendrá una constelación de partidos, el PCdoB, probablemente, va a disputar en muchos locales la base del PT y los movimientos sociales son los que, supuestamente, serán el cemento de un nuevo proyecto popular y de izquierda en el Brasil, principalmente el MTST, dirigido por Guilherme Boulos.” A pesar de esa diversidad y del fin de un partido de masas como fue el PT, eso no significa que la izquierda “será más fragmentada.” “Nosotros ahora, en función, inclusive del lulismo, tendremos organizaciones, partidos y movimientos que tienen agendas propias y eso no significa que tengamos una izquierda fragmentada; eso significa que la izquierda será una suma. Puedo asegurar que está habiendo muchas reuniones de periferia, entre la izquierda, para hacer ese acuerdo, pero en este momento, sin el PT, concluye.
A continuación la entrevista.
IHU On-Line – ¿Cuál es el significado político del juicio político de la presidente Dilma? ¿Qué es lo que este momento significa para la historia política del Brasil?
Rudá Ricci – En primer lugar es un intercambio de bloque que está en el poder y es la entrada de los derrotados de las elecciones de 2014 en el gobierno. Eso configura una falla jurídica en el Brasil – por lo tanto no es una ilegalidad, sino un equívoco histórico que mancha la voluntad popular. O sea, una cosa es la presidente ser juzgada y apartada y otra es el vicepresidente traer para dentro del gobierno a los perdedores de las últimas elecciones. Esa falla jurídica, que es un error democrático, crea una novedad política en el país.
Esa es la verdadera cuestión: ¿qué deja marcas en la historia del Brasil? Deja marcas, en primer lugar, que un partido que se propone al cambio, como es el caso del PT, en la medida en que cede a acuerdos para mantener la gobernabilidad con segmentos sociales que son conservadores y no quieren el cambio, acaba confundiéndose con el conservadorismo. El PT se transmutó en estos años y pasó de un partido de cambio para un partido tan conservador cuanto cualquier otro.
La tercera lección es saber si la población brasilera, a pesar de estar en silencio, corrobora con esa estratagema. Parece ser que no, porque Temer continúa con menos de 10% de popularidad y por lo tanto, es un gobierno impopular, frágil, débil y que vine tomando medidas radicales. Si la elección fuera hoy, él caería. El PSDB, que lo apoya, también está perdiendo popularidad acelerada, según Data Folha y el Ibope. Si la elección fuera hoy, Lula sería reelecto y esto dice algo. La población está contra Dilma, contra el PT, pero no contra Lula. Esa es la paradoja.
Otro dato interesante es que en las grandes capitales el PSOL crece, o sea, es la izquierda más radical que crece: el PSOL está en segundo lugar en Río de Janeiro, en tercer lugar en San Pablo y en primer lugar en Porto Alegre y en Belém do Pará. Eso dice algo para el Brasil: como estamos en un país rico, pero tenemos un índice de desigualdad por debajo de la media de América Latina, la gran mayoría de la población es pobre y pobre no vota en proyecto neoliberal; vota en un Estado que les mejore su vida. Esa es la paradoja.
IHU On-Line – En esta semana en que se concluyó el rito del juicio político, no ocurrieron grandes manifestaciones de calle pro y contra el juicio, como se observó hace algunos meses. ¿A qué atribuye ese vacío en las calles y como lo interpreta? ¿En dónde estaban “las calles” esta semana?
Rudá Ricci – Atribuyo eso al gobierno del PT, que vació las calles, porque el lulismo fragmentó las organizaciones populares en varios acuerdos y espacios corporativos de negociación. Los gobiernos del PT no aumentaron el poder de los consejos de gestión pública – hicieron varias reuniones, pero ninguna de ellas cambió la legislación. También no hubo ningún mecanismo de control social sobre el gobierno. Los ministros de Educación de la era PT no tenían unidad: la propuesta de Cristovam Buarque era completamente diferente de la de Tarso Genro, que era por su vez diferente de la de Haddad, y así por delante, y las propuestas nunca convergieron para aumentar la educación para la ciudadanía, para discutir valores solidarios. Ellos se quedaron apostando en el suceso individual.
¿Qué estoy queriendo decir? Que estamos tratando de un gobierno de conciliación de intereses, como fue el de Getúlio. Y el gobierno de Getúlio resultó en suicidio. Y la política lulista resultó en suicidio político, o sea, se alejaron de la base política.
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¿Cuál será el reposicionamiento político de la izquierda brasilera pos juicio político? Entrevista especial con Rudá Ricci - Instituto Humanitas Unisinos - IHU