22 Agosto 2016
Este gesto público fue realizado por el provincial de los Salesianos, P. Alberto Lorenzelli, quien en su homilía señaló: “No podemos dejar de experimentar profunda turbación y consternación, vergüenza y remordimiento, y en comunión con las víctimas, el espanto y el sentido de traición que ellos han experimentado con estos actos pecaminosos y criminales”.
El reportaje es publicado por Reflexión y liberación,18-08-2016.
La Congregación Salesiana en Chile realiza por estos días un nutrido programa de actividades con motivo de la celebración de los 201 años del natalicio de San Juan Bosco, quien nació en I Becchi, Italia, el 16 de agosto de 1815.
El martes 16 la Familia Salesiana se reunió a celebrar una Misa para dar gracias a Dios por el carisma heredado del fundador y por los 129 años de misión educativa y evangelizadora en Chile.
La opción por la gratuidad como modo de financiamiento para los 22 establecimientos educacionales salesianos y la animación educativo pastoral del nuevo Colegio Técnico Industrial Don Bosco en el sector más pobre de Calama, constituyen signos representativos del camino que los Salesianos están recorriendo en estos últimos años, en fidelidad con su opción carismática de servir a los niños y jóvenes más necesitados, aquellos para los cuales nació la Congregación.
Es en este contexto que los salesianos de Don Bosco, con ocasión de la Eucaristía del 16 de agosto, celebrada en cada obra salesiana del país, han realizado un gesto público, pidiendo perdón por aquellos religiosos que han dañado a jóvenes con los terribles y horrorosos casos de abuso sexual. Son conductas que han traicionado la propia vocación, deshonrado a la Congregación y han dañado lo más preciado de la misión salesiana. Reconociendo la gravedad y escándalo de estos crímenes la liturgia ha sido la ocasión para pedir perdón a las víctimas y sus familias, implorar el perdón de ellas y de Dios y, comprometerse como Familia Salesiana, en este Año de la Misericordia para seguir construyendo ambientes seguros para los niños y jóvenes, en una patria y una Iglesia, más justa y solidaria.
En la homilía de la Eucaristía celebrada en Santiago, en la Iglesia del Colegio Patrocinio San José, el Provincial de los Salesianos, P. Alberto Lorenzelli, ha señalado:
“Sabemos que el problema de los abusos de menores no es exclusivo de nuestro país, ni de la misma Iglesia, pero cuando alguno de los salesianos se ha visto involucrado en esto, es realmente motivo de dolor porque, como hijos de don Bosco, no podemos dejar de experimentar profunda turbación y consternación, vergüenza y remordimiento, y en comunión con las víctimas, el espanto y el sentido de traición que ellos han experimentado con estos actos pecaminosos y criminales. Para nosotros salesianos esta situación es particularmente dolorosa, porque justamente en ella se han visto involucrados los jóvenes, que son la razón de nuestro ser consagrados, y, como culpables, algunos salesianos, hermanos por vocación y compañeros de misión”.
“Sabemos que el desconcertante problema del abuso ha contribuido no poco al debilitamiento de la misma experiencia comunitaria de la fe en la Iglesia chilena, y en algunos países de manera especial, sin embargo, quiero que sepan que como familia hemos dado pasos significativos, y la tarea que tenemos por delante, es seguir haciendo frente con valentía y determinación a estas situaciones. Se requiere perseverancia y oración con gran confianza en la fuerza sanadora de la gracia de Dios. Debemos seguir potenciando este esfuerzo, para garantizar que nuestros niños y jóvenes crezcan y se desarrollen en ambientes sanos y seguros”, agregó el Provincial.
Junto al P. Lorenzelli, los Salesianos presentes pronunciaron la siguiente oración:
Dios Padre,
Tú nos has llamado para ser signos y portadores
de tu amor a los jóvenes,
especialmente los más pobres,
y nos has enviado en la Iglesia para ser sus servidores.
Te pedimos humildemente perdón,
por aquellos de los nuestros,
que han faltado en esta misión;
manifestamos dolor y vergüenza
por el daño causado a las víctimas y a sus familias,
por lo que han vivido en silencio
y por lo que han sufrido y sufren todavía hoy.
Conscientes de que esto,
no se debe volver a repetir;
nos comprometemos a impulsar
y a realizar las acciones que garanticen
ambientes sanos y seguros en nuestras comunidades.
Haz que los niños, adolescentes
y jóvenes a quienes nos envíes
se sientan acompañados y queridos,
y que nuestras obras Educativo-Pastorales
sean un lugar de encuentro con Cristo tu Hijo nuestro Señor.
Hoy, al renovar la fidelidad a la misión
y al carisma que nos has encomendado
concédenos la gracia de perseverar
en la vivencia diaria de la vida cristiana, religiosa y sacerdotal
según el espíritu de las bienaventuranzas,
y haz que, guiados por María Auxiliadora,
nos encontremos un día contigo
en la gran familia del cielo. Amén.
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Salesianos piden perdón público por casos de abuso sexual - Instituto Humanitas Unisinos - IHU