08 Abril 2016
“Ya respondía a esa pregunta innumerables veces a lo largo de los últimos meses, pero voy a repetirla: no creo que podamos decir que una experiencia política de la importancia que tuvo el lulismo pueda terminar antes que de hecho haya terminado”, declara el cientista político.
Imagem: meucardiologista.com |
Autor de “Os Sentidos do Lulismo” (São Paulo: Companhia das Letras, 2012), Singer clarea las relaciones que encuentra entre el rooseltianismo y el lulismo y puntualiza que mientras el primero trajo reformas estructurales en los Estados Unidos, el segundo fue una “especie de propuesta de ‘ganancia al margen’”. Y agrega: “De modo que esa tesis de que podrían haber sido realizadas reformas estructurales en el auge de los productos básicos, en el caso brasileño es abstracta porque el modelo lulista se orientó a eso, por lo tanto es un poco hipotético pensar en esos términos”.
Singer también comenta la crisis de representatividad política y es categórico: “Aunque la democracia representativa pase por una crisis, continúa siendo la forma más avanzada del punto de vista civilizatorio, que se encontró para dirimir los conflictos que hacen parte de la vida social y de la propia lucha de clases”.
Otro punto de su análisis son las manifestaciones que se dan en el país desde el 2015, las que según su evaluación “tienen origen” en junio del 2013. “En este sentido, es posible decir que las manifestaciones que empezaron en marzo del 2015 y siguen hasta ahora, tienen origen en aquel momento porque fue un momento en que por primera vez, el centro y la derecha lograron ir a las calles. Es más, esa es una novedad histórica en el Brasil”.
Ex vocero de la Presidencia de la República en el primer gobierno de Lula, André Singer evalúa que a pesar del “desgaste sobre la imagen del ex presidente”, después de los últimos acontecimientos políticos eso “no comprometió” “el capital político del que disponía”.
Sobre el futuro del país, resalta que “se volvió imposible hacer nuevas previsiones, pero el hecho es que “Brasil está pasando por un proceso de deterioro económico”. Sin embargo, entre las salidas posibles es “necesario pensar en una reforma política puntual, que pueda crear condiciones para un fortalecimiento de los partidos y de su credibilidad frente al electorado”.
André Singer es profesor del Departamento de Ciencia Política de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias Humanas de la Universidad de San Pablo – USP. Es autor de El PT São Paulo: Publifolha, 2001) E izquierda y derecha en el electorado brasileño: la identificación ideológica en las disputas presidenciales de 1989 y 1994 (São Paulo: EDUSP, 2002).
A entrevista es de João Vitor Santos e Patricia Fachin | Traducción de Susana Rocca.
A continuación, algunos pasajes de la entrevista.
IHU On-Line – ¿Cómo entender el actual momento de los gobiernos llamados de izquierda en Brasil y en América Latina? ¿Estamos en el fin de un ciclo?
Foto: http://bit.ly/1q79ZEG
André Singer – No soy especialista suficientemente informado sobre la realidad de los demás países latinoamericanos para dar una opinión definitiva al respecto. Pero visto desde el ángulo del Brasil, ronda en el aire la idea de que estamos frente al término de un ciclo. Tal vez ese fin de ciclo tenga que ver con el fin de los productos básicos, o sea que hubo una combinación entre dos factores de diferente índole. Por un lado, hubo un proceso de acumulación de fuerza política democrática por parte de sectores de izquierda o progresistas, que habría surgido de la propia estabilidad democrática que –como todos saben- es una novedad en la región.
En las últimas décadas, la democracia está estable después de un período muy largo de sucesivos golpes militares y otras intervenciones en la mayoría de los países. De modo que el propio establecimiento de la democracia produjo una acumulación de fuerzas en la izquierda, que estaban preparadas para dirigir el Estado, y tuvieron la suerte de llegar al poder en un momento en que el ciclo de los productos básicos parece haber ofrecido condiciones económicas relativamente favorables para un proyecto de distribución de renta. Sea como sea, se trata de un proceso de disminución de las desigualdades que de alguna manera afectó buena parte de los países de la región.
Con el fin del ciclo de los productos básicos es posible que esas condiciones favorables hayan terminado y que las dificultades de los gobiernos progresistas en diversos países sean decurrentes también de ese fin del ciclo de los productos básicos. No es posible ni conveniente reducir toda la explicación de fenómenos complejos como ése a apenas un factor, aunque sea un factor fundamental como el del ciclo de los productos básicos, pero eso es algo que tiene que ser puesto en consideración.
Alternancia en el poder
Sea como sea, tal vez lo que pueda pasar – y ése sería el mejor de los escenarios – es una alternancia en el poder porque en verdad, democráticamente hablando, es natural que en algún momento los sectores más conservadores o liberales ganen las elecciones. Es normal que eso suceda, siendo que la alternancia en el poder es parte constitutiva de la democracia. Si se tratara sólo de una alternancia en el poder significa que los gobiernos que estuvieron dirigiendo esos países, ahora van a concentrarse en reorganizar sus fuerzas, sus partidos y sus movimientos, y dentro de algún tiempo podrán volver a disputar elecciones en condiciones de victoria.
Claro que estoy hablando genéricamente de un conjunto de países y que cada cual tiene sus especificidades, de modo que no se puede decir puntualmente cuando va a suceder eso. Considerando ese escenario que estoy describiendo, eso significa decir que en el término de ese ciclo progresista no habría una interrupción de la democracia, ni una destrucción de las fuerzas que lleguen al poder en dicho ciclo. Estas simplemente pasarían por una etapa en que se reorganizarían. De alguna manera, si pensamos un modelo para eso sería el caso de Chile, en el cual la democracia ya estaba más desarrollada y de alguna manera es posible ver que existe ese ir y venir de fuerzas antagónicas como victoriosas en las elecciones.
IHU On-Line – ¿Usted ve como salida para la actual crisis brasileña la vuelta de los sectores más liberales al poder?
André Singer – El caso brasileño requiere una especificación dentro de esto que hablé, porque en el Brasil estamos pasando por un proceso en el que está en juego la propia consistencia de las reglas democráticas. O sea, en el ciclo electoral normal que yo llamo de lulismo – principal fuerza del campo progresista – ganó la última elección presidencial del 2014, y el último mandato de la presidente Dilma que representa esa fuerza está vigente. Por lo tanto, el intento de interrumpir ese mandato significa cuestionar la vigencia de las reglas democráticas, en cierta medida como aconteció en Paraguay con el ex presidente Lugo. Entonces aquí hay una especificidad porque tenemos otro componente que torna la situación bastante más grave, es el hecho de que ese intento de interrumpir el mandato de la presidente Dilma se está dando en rebeldía a normas democráticas.
La entrevista completa, en portugués, puede ser leída aquí.
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El lulismo, en estado de coma, intenta resistir a la crisis política. Entrevista con André Singer - Instituto Humanitas Unisinos - IHU