Por: Lara Ely | 11 Agosto 2017
La principal amenaza al progreso entre los pueblos latino americanos es la recaída de millones de familias en la situación de pobreza, de acuerdo con lo señalado por el Informe de Desarrollo Humanos para América Latina y el Caribe del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas – PNUD. Según el documento, dos en cada cinco personas que viven en la región son socialmente vulnerables.
La entidad está preocupada con los 25 a 30 millones de personas en riesgo de caer en la miseria, más de un tercio de la población en el continente. Muchos son mujeres jóvenes con empleo precario en el sector de servicios. Ellas hacen parte de un grupo mayor, de 220 millones de personas no oficialmente pobres, que no consiguen subir a la clase media.
A pesar de mundialmente haber estadísticas negativas sobre el hambre (después de dos décadas y media, el hambre volvió a crecer) hay datos que lanzan optimismo: la población que vive en extrema pobreza (menos de US$ 1,90 por día) redujo de 13,9% (1999) para 5,4% (2013). Además de eso 61% de las personas tenían algún tipo de protección social en 2016.
El progreso en el cumplimiento de 17 Metas de Desarrollo Sustentable –ODS para avanzar de forma social, económica y ambiental hasta 2030 fue presentado por 40 países, entre los cuales 11 de América Latina y el Caribe, en fórum de la ONU en Nueva York el mes pasado.
El informe reveló que la región está en débito con ciertos grupos, especialmente los jóvenes y las mujeres. Descendientes de africanos, público LGBT, indígenas y personas con deficiencia tienen menos oportunidades y posibilidades de avance social y económico, además de acceso a los servicios.
Cuestiones de violencia, desempleo y la recesión económica son relacionadas como posibles causas de ese escenario. Para contener la estadística, la ONU destaca cuatro líneas de actuación: protección social, acceso a los cuidados (sobre todo en la infancia y en la vejez), activos, que actúan como mediadores en tiempos de crisis y puestos de trabajo de mayor cualidad.
Para comprender por qué el Brasil, así como otros países latinos americanos, vuelven a enfrentarse con el agravamiento de la pobreza, es preciso mirar al problema bajo el punto de vista político. En entrevista al IHU Online el economista Francisco Menezes explica que a pesar de los avances sociales, el país vivió un proceso de golpe de Estado desde 2015, que se concretizó en 2016, comandado por una elite absolutamente minoritaria en la sociedad, pero que, según él, cuida de forma intransigente por sus intereses.
“Para esta elite, no caben preocupaciones con el resto de la población, y menos todavía, con los más pobres. Derivan de ahí todos los retrocesos que están sucediendo”, afirmó.
Lanzado inicialmente como Objetivos del Milenio, o “Ocho maneras de cambiar el mundo”, en 2000, los ODS fueron actualizado en 2015 por el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon con vistas a incluir los nuevos desafíos globales de desarrollo.
Conozca los 17 ODS
Acostumbrada a trabajar con las herramientas para transformar eventos y proyectos que ocurren en Río Grande Del Sur alineados a los principios de la sustentabilidad, la relaciones públicas Julia Caon Froeder fue consultora de las ODS durante la Vuelta Sustentable de Porto Alegre. El próximo día 14, embarca para Dinamarca para mejorar sus conocimientos sobre los ODS, que ella define como una “fuerza tarea mundial para cuestiones del desarrollo.”
Según ella, ese trabajo consiste en hacer un mapa de acciones que puedan ser hechas para alcanzar los objetivos de la ONU en eventos específicos con trabajos puntuales. Actualmente, auxilia un grupo de productores culturales para hacer la neutralización de los gases de efecto estufa, contratación de mano de obra local, accesibilidad y gestión de residuos en un evento en la región Metropolitana de Porto Alegre.
“Brasil estaba muy bien en la diminución de la pobres, pero frente al escenario de crisis eso cambió. Trabajar con sustentabilidad significa juntar lo ambiental, social y económico en la misma proporción. Sin embargo, existe una relación bien próxima entre la miseria y quien sobre los cambios climáticos, haya visto que son que son los más impactados frente de una situación de inundación, por ejemplo”, explica.
Otra novedad sobre el asunto, la Red ODS Universidades fue lanzada en junio, en Brasilia, y está enfocada en el fortalecimiento de actividad de enseñanza, investigación y extensión. La idea es promover las ODS en el sector académico, para colaborar con políticas que promuevan la erradicación de la pobreza el crecimiento económico y la sustentabilidad del planeta. Hasta el fin de 2017, las instituciones deberán establecer un bando de datos de buenas prácticas, estudios, investigaciones e innovación basados en las ODS. También está prevista la formación de una red de especialistas para fortalecer el desarrollo sustentable en el país.
En la evaluación del director del PNUD del país, Didier Trebucq, la Red será una facilitadora de soluciones para alcanzar la Agenda 2030. “La Red ODS universitaria creará espacios para aplicación de conceptos, teorías elaboradas en el medio académico en el ámbito de proyectos de extensión y ampliando el debate. Creo que tenemos, con la Red, un gran potencial de consolidación de un ejemplo que podrá inspirarnos en el futuro”, afirmó.
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Las Metas de Desarrollo Sustentable y el combate a la pobreza en América Latina - Instituto Humanitas Unisinos - IHU