14 Janeiro 2017
"En el pasado se ha caído en muchos autoengaños de los que no estamos libres de caer en el futuro"
El reportaje es publicado por perodistadigital, 12-01-2017.
En el Instituto Próvolo de Mendoza hubo una "estructura delictiva comandada por los mismos religiosos". Esa es la opinión del sacerdote Miguel Yáñez, jesuita integrante de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, quien reconoce que existe una "indignación" de la sociedad con la Iglesia por la "ocultación" que ha hecho de casos de abusos sexuales.
El sacerdote recibió a Télam en sus oficinas en la Universidad Gregoriana, un bello edificio de 1930 en el centro histórico de Roma en el que puertas y bancos están hechos con madera argentina. Allí sostuvo que "la presión mediática ha sido positiva" para visibilizar los casos de pedofilia. Reconoció además que "en Argentina estamos viviendo una cuestión muy flagrante de abuso de menores" en lo que respeta al escándalo del instituto mendocino.
En el caso del Próvolo, los imputados por abusar de chicos sordos son el sacerdote italiano Nicolás Corradi (82), quien tenía acusaciones similares en Verona en los 80 y fue trasladado a Mendoza; y el cura Horacio Corbacho (55), además del monaguillo Jorge Bordón (55); el ex empleado del instituto José Luis Ojeda (41) y el jardinero Armando Gómez (46).
"La indignación de la sociedad es con el manejo que hizo la Iglesia en el pasado y que todavía puede ocurrir. Un manejo de ocultación, de no reconocimiento de la gravedad del hecho ya sea por ignorancia o por intereses corporativos de defenderse", señaló el religioso.
Yañez, un sacerdote jesuita designado por Francisco en 2014 para ser parte del núcleo original de seis miembros que tiene la Pontificia Commissio pro Tutela Minorum (PCTM), destacó que la presión de la prensa contribuyó a visibilizar el tema.
"La presión mediática ha sido positiva a nivel mundial, porque obligó a la Iglesia a dar un paso hacia adelante. El trabajo del periodismo de investigación ha ayudado mucho a reconocer y encontrar soluciones", explicó.
De todos modos, aclaró que "como con todas las noticias, hay a veces un manejo sensacionalista, donde se busca a veces un linchamiento, y eso muchas veces no ayuda a comprender el fenómeno, a hacerse cargo y a responder".
"Se sienten decir muchas cosas que son absurdas, como que las víctimas quieren plata o cosas así. En el fondo, es no reconocer que existe el problema y la gravedad que tiene. Un solo abuso puede destruir la vida de una persona. Es terrible y tenemos que ser muy cuidadosos", planteó Yáñez.
Respecto al acusado, "entre el encubrirlo y lincharlo existe una vía media de determinar bien su culpabilidad y de atender a esta persona no para disculparlo, sino para curarlo dentro de lo que se pueda curar. O controlarlo", dijo y señaló que "muchas veces los abusadores son personas que también han sido víctimas, y reproducen sus abusos".
"En el pasado se ha caído en muchos autoengaños de los que no estamos libres de caer en el futuro. Tiene que ver no sólo con la responsabilidad que todos tenemos respecto de los menores sino también la gente que tiene trato con menores, y tenemos que prevenir con todo lo posible para que esto no vuelva a suceder. Es una cuestión muy compleja", analizó.
"En una entrevista -agregó-, leí que el pedófilo es el criminal más integrado en la sociedad y me parece muy acertado, porque lamentablemente son muy difíciles de detectar estos casos, hasta que no incurren en algún crimen y hasta que la víctima no denuncia. Y para que esto suceda pasa un tiempo porque ha sido manipulada a través del miedo y la culpa; hasta que madura, toma conciencia y se anima a hablar pasa un tiempo y el abusador vuelve a abusar".
"A veces preguntan ¿cómo la Iglesia no intervino antes? Y muchas veces es porque no hay forma de saberlo si no ha habido una denuncia", manifestó Yáñez.
El escándalo por pedofilia en el Instituto Próvolo salpica ahora al obispo veronés Giuseppe Zenti por presunta omisión.
Como informó este miércoles MDZ, el diario italiano Il Fatto Quotidiano publicó que la fiscal de actuación italiano Angela Barbaglio le ha solicitado a la Justicia que se considere una eventual "responsabilidad de omisión" del obispo que resguardó al sacerdote Corradi dentro de su diócesis.
De acuerdo con la denuncia firmada por el presidente de la Red El Abuso (filial italiana de la red mundial de sobrevivientes) Francesco Zanardi, cabría una gran responsabilidad sobre el obispo, tomando en cuenta que Corradi fue ordenado en la diócesis de Verona. Exigen que se investigue la presunta falsificación de documentos entregados a la Comisión de investigación del Vaticano que se encargó de estudiar el caso por abuso del ex alumno del Próvolo, Gianni Bisoli.
El periódico italiano recuerda que en Argentina hay dos fiscales encargados de las denuncias, en La Plata Fernando Cartasegna y en Mendoza Fabricio Sidoti (reemplazado por el fiscal Gustavo Stroppiana, ya que el primero enfrenta un jury de enjuiciamiento por su actuación en el caso de Ayelén Arroyo -joven asesinada por su padre-.). En ambas ciudades de Argentina el sacerdote Corradi está acusado de violentar a menores sordos desde el 2007.
"El nombre del sacerdote sonaba en la jerarquía eclesiástica desde hacía tiempo, en 2009 ya habían aparecido quejas firmadas por antiguos estudiantes del Próvolo de Verona, junto con la de otros sacerdotes veroneses residentes en Argentina. El obispo Zenti había asegurado que había realizado una rigurosa investigación sobre los nombres proporcionados por los ex estudiantes del instituto religioso". El ex juez Mario Sennite, presidente de la Comisión Investigadora creada por el Vaticano le dijo al Corriere di Verona que la figura de Corradi no se estudió de forma exhaustiva porque este ya no estaba en Italia.
Sin embargo, varios sacerdotes argentinos del Próvolo han declarado que dependen de la "casa madre" de Verona, y por lo tanto del obispo Zenti. Para La Red, existe la concreta posibilidad de que la Iglesia de Verona conociera durante años de las perversiones denunciadas en Italia y en Argentina y que hizo nada para impedir que se abusara de más niños sordos en Sudamérica en donde ya se cuentan al menos 60 casos de víctimas del instituto Próvolo.
La Red El Abuso en Italia, es la misma que hace unos días presentó una denuncia en la fiscalía de Verona contra los miembros de la sede mendocina por los abusos y que asegura que los sacerdotes detenidos en Mendoza Corradi y Corbacho podrían haber integrado una asociación ilícita, más allá de los delitos por abuso sexual.
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Miguel Yáñez: "En el Próvolo hubo una estructura delictiva comandada por los mismos religiosos" - Instituto Humanitas Unisinos - IHU