Por: Lara Ely | Tradução: Mariana Szájbély | 30 Outubro 2017
La democracia brasileña es la que tiene el peor funcionamiento entre los 18 países encuestados para la edición 2017 del Latinobarómetro, levantamiento hecho por una ong chilena sobre el índice de satisfacción de las poblaciones con la situación política de sus países. De acuerdo con el estudio, sólo el 13% de los brasileños consultados se declararon satisfechos con el funcionamiento de la democracia, último puesto en el ranking. Detrás hasta del 22% de satisfacción en Venezuela, que la mayor parte de los gobiernos y de los medios occidentales clasifica como dictadura.
Crédito de la imagen: Latino Barómetro
La ONG chilena hace una consistente evaluación de los humores de los latinoamericanos desde 1995. El estudio apunta que la satisfacción con la democracia está altamente correlacionada con la aprobación del gobierno porque es una variable de desempeño. Ello difiere del apoyo a la democracia que implica apoyo al tipo de régimen, por lo que la satisfacción es un indicador que se muestra mucho más sensible y muestra mucha más variación año tras año que el indicador del régimen político.
En diez países, menos de un tercio de la población está satisfecho con la democracia. Sólo en tres países: Uruguay (57%), Nicaragua (52%) y Ecuador (51%) hay una mayoría satisfecha con esta forma de gobierno. En Brasil, por ejemplo, el 62% considera la democracia como el mejor sistema de gobierno, porcentaje que, en el conjunto de América Latina, sube al 70%.
El apoyo a la democracia, por otra parte, viene subiendo sistemáticamente, desde el piso más bajo encontrado (30% en 2001, penúltimo año del gobierno Fernando Henrique Cardoso). Ahora es del 43%, 11 puntos por encima de 2016. El descontento, que es general en la región, es, por lo tanto, con el funcionamiento del modelo, no con él propiamente dicho. En cuanto al apoyo al gobierno, la caída comenzó en 2013, el año de las movilizaciones populares. Entre el 2012 y el 2013, el apoyo al gobierno (entonces de Rousseff) cayó 11 puntos, hasta el 56%. Después cayó al 29%, el 22%, hasta llegar al 6% de 2017.
El estudio ayuda a comprender por qué Luiz Inacio Lula da Silva, encabeza la carrera electoral para 2018: el pico de prestigio del gobierno fue exactamente en 2010 (86%), su último año en la presidencia, lo que le permitió elegir a Dilma. Si no confía en el gobierno actual, el brasileño tampoco confía en sus compatriotas: sólo el 7% dice tener confianza en la mayoría de los demás brasileños, de nuevo el último lugar en la tabla, la mitad del resultado promedio de América Latina, y lejos del 23% Chile, primer colocado en ese aspecto. De las instituciones, la más confiable para los brasileños es la Iglesia: el 69% confía en ella. Para las demás, los porcentajes son los siguientes: Fuerzas Armadas (50%); (34%); Justicia Electoral (25%); Judicial (27%); gobierno, como institución, no personalizada (8%, último lugar en el ranking); Parlamento (11%, penúltimo lugar, superando sólo al Paraguay, con el 10%); partidos políticos (7%, también en el último lugar).
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Estudio señala a Brasil como la peor democracia de América Latina - Instituto Humanitas Unisinos - IHU