30 Junho 2016
En la última semana, más exactamente en el día 23-06-2016, el gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - FARC acordaron un cese del fuego bilateral y definitivo. La decisión abre el camino para el fin del conflicto interno de más de 50 años y para la búsqueda de la paz en el país latinoamericano.
Con ocasión de la firma del acuerdo, el presidente Juan Manuel Santos afirmó que “llegó para nosotros (colombianos) la hora de vivir sin guerra” y “la hora de ser un país de paz”. Para el mandatario, se trata de un “punto final” en el conflicto armado con las FARC. Según el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, o “Timochenko”, la firma del acuerdo marca el “último día de la guerra” en Colombia. Habrá un plebiscito, durante este año, en el cual los colombianos optarán por refrendar o no los términos del acuerdo.
Foto:Lucho Molina/Flickr-Creative commons |
Negociaciones
Las negociaciones oficiales entre las partes comenzaron en 2012, y se desarrollaron en La Habana, en Cuba, con mediación de la Organización de las Naciones Unidas - ONU y de los gobiernos de Cuba y de Noruega. Las negociaciones llegaron a un punto final el día 23 de junio. Ellas establecen un plazo máximo de 180 días para el desarme de las FARC, en un proceso que será monitoreado por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Las fuerzas de las FARC permanecerán en 23 zonas de concentración, en locales todavía indefinidos, hasta la entrega de las armas. Simbólicamente, sus armas serán fundidas y transformadas en 3 monumentos: uno en la sede de la ONU, en Nueva York, otro en La Habana y un tercero en Colombia.
FARCs
Formada en los años 60, las FARC son una organización guerrillera de orientación marxista-leninista, volcada hacia la lucha campesina, que ejerce control sobre parte del territorio colombiano, sobre todo en zonas rurales. Adoptó una estrategia de atentados y de secuestros de militares y políticos, y fue combatida por el gobierno como grupo terrorista. A partir de los años 90, se involucró en el narcotráfico como forma de financiar sus operaciones. Ahora, se prepara para entrar en la disputa política por la vía electoral.
El proceso que condujo al cese del fuego no fue simple. Un ataque de las FARC en abril del 2015, en el cual 11 militares murieron, interrumpió temporalmente las negociaciones. A pesar que fue apoyado por la comunidad internacional y refrendado por la ONU, hay, internamente en Colombia, una porción de población contraria al acuerdo. El ex presidente Álvaro Uribe ejerce hoy oposición al presidente Santos - su antiguo aliado - y a las negociaciones con las FARC. Uribe apoya una campaña que busca recoger firmas de ciudadanos contrarios al acuerdo. La dificultad en aceptar el diálogo puede ser explicada por la cantidad de víctimas del conflicto, que causó la muerte de decenas de miles y el desplazamiento forzado de millones de colombianos.
Aunque la firma del cese del fuego haya sido anunciada como el “último día de la guerra” por las partes involucradas, hay cuestiones todavía por resolver. Todavía no está claro cómo se hará en el país la justicia de transición. La promesa del gobierno es que los crímenes contra la humanidad no quedarán impunes. Las FARC garantizaron, en las negociaciones, qué los integrantes que confiesen delitos cumplirán penas más blandas.
Desafíos
Para el gobierno, permanece, actualmente, el desafío de entrar en un acuerdo también con el Ejército de Liberación Nacional - ELN. El conflicto interno de Colombia nunca se redujo a las FARC; también fue compuesto por otros grupos guerrilleros y paramilitares - ellos tuvieron apoyo del Gobierno en determinado momento del conflicto. Además del ELN, que se mantiene, había otras organizaciones, hoy inactivas, cómo Autodefensas Unidas de Colombia - AUC y el Movimiento 19 de abril - M19. El país también quedó marcado por la violenta actuación de carteles de narcotráfico en los años 80 y 90.
El avance en las tratativas de paz es resultado, sobretodo, del agotamiento del conflicto. Como escribió para el diario español El País Joaquín Villalobos - asesor del gobierno colombiano en el acuerdo -, “después de varias décadas de violencia constante, es de interés del propio Estado colombiano estar presente y llevar el desarrollo para la Colombia rural, profunda y salvaje. De la misma manera, después de medio siglo de lucha armada, es de interés de las propias FARC abandonar las armas y pasar a la lucha política”. Para él, “el acuerdo de paz es el encuentro histórico de esos dos intereses”.
João Flores da Cunha / IHU – Com Agências | Traducción: Mariana Szájbély
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Colombia inaugura el camino para la paz (IHU/Adital) - Instituto Humanitas Unisinos - IHU