14 Junho 2016
“Cuando hablamos sobre política o cualquier iniciativa transformadora, no se trata de que las personas estén en contra o de que ellas no se quieran comprometer, es que simplemente esa posibilidad no está dada. Esa idea de transformar el mundo, qué es una idea rebajada desde los años 1990, simplemente dejó de existir.” dice el científico político.
Créditos da imagem: correiobraziliense.com.br |
A pesar de la narrativa “creada por el propio Gobierno y repercutida” ampliamente, “de lo que el ProUni implicó en el acceso de grandes masas y de una gran franja de clase trabajadora joven a la universidad, algo que no les era permitido anteriormente”, entre los jóvenes que fueron objeto de la investigación de disertación del Máster “Entre el lulismo y el escepticismo: un estudio de caso con prounistas de San Pablo”, esa política pública no repercute positivamente en la imagen que se tiene del lulismo. El sentimiento general entre los jóvenes prounistas entrevistados no es ni de agradecimiento ni de reconocimiento de que el gobierno estaba trabajando para ellos.” Dice Henrique Costa, autor de la investigación a IHU On-Line.
En la entrevista que sigue, concedida por teléfono, Costa resalta que su hipótesis inicial era que los estudiantes “reconocerían el ProUni como una política que los benefició”, pero se “sorprendió un poco, porque no fue exactamente así. Ellos ven el ProUni como una obligación del gobierno y de cualquier gobierno”, refuerza.
Según su opinión, el resultado de la investigación está condicionado a otros factores, entre ellos, el hecho de que los prounistas tienen que trabajar todo el día, estudiar por la noche para poder mantenerse en el empleo, que también depende de la conclusión del curso superior. “Las personas comenzaron a ver que ganan 1,5 del salario mínimo y continuaron ganando ese mismo salario, si no perdieron sus empleos. (...) Eso tiene que ver con la percepción de los jóvenes de cómo todo ese arreglo que el PT creó en torno de los programas sociales sirve para la gestión social y no necesariamente para la movilidad social. Fueron creadas muchos puestos de trabajo, pero todos pagan muy poco, eso demuestra que esos puestos ayudan a las personas a mantenerse, pero difícilmente conseguirá modificar radicalmente su padrón de vida”, opina.
Según Costa, la consecuencia más grave de los últimos años es que la izquierda optó por la “obsolescencia de la idea de transformación social”, fue “abandonando banderas por el camino”, “hasta llegar al momento en que hoy, básicamente, nuestra única preocupación es si Michel Temer cortará o no la Bolsa Familia. Además de eso, la otra pauta es garantizar la cuestión de los Derechos Sociales. Entretanto, el gobierno “acabó” con el Ministerio de Ciencia y de Tecnología y con el Ministerio de Desarrollo Social y la repercusión fue mínima mientras que el fin del Ministerio de Cultura causó gran repercusión, siendo que era el Ministerio con uno de los dos menores presupuestos de la Unión”.
Además de eso, advierte, la izquierda “tiene dificultades para dialogar con los jóvenes trabajadores” y está “tercerizando esa tarea de diálogo en algunos grupos” ligados a la cultura, pero no se da cuenta de que esa es apenas una “pequeña parte de la juventud”, “porque tiene una masa de jóvenes precarizados, entre ellos los jóvenes que investigué, que están fuera de ese mundo”. En contrapartida a la vieja izquierda, están surgiendo los partidos “post materialistas”, qué colocan en el centro de la política otros aspectos qué “no son la cuestión económica, la cuestión material o la lucha de clases. Los partidos brasileños están, en cierta medida, algunos grupos más rápidamente que otros, adhiriendo a esa idea. (...) Cuándo se quita el elemento clasista de la ecuación, se deja de dialogar, por ejemplo, con esos jóvenes, porque, para ellos, la cuestión material todavía es central, del mismo modo que el trabajo y la educación para el trabajo”, pondera.
Según su opinión, es preciso adecuar la reflexión teórica a la realidad, porque muchos análisis están “despegados”, “perturbados” y no se está percibiendo lo que sucede “en la base de la sociedad”. El primer paso, refuerza, es “parar para mirar lo que está pasando en el mundo, vamos a parar para mirar lo que está aconteciendo en este país, y tener un poco de humildad para aceptar que de la manera que lo estamos haciendo no está dando resultado”. Tal vez, puntualiza, una chispa esté surgiendo en las acciones de los jóvenes estudiantes secundarios: “el caso de los alumnos secundarios qué están haciendo ocupaciones es un ejemplo, porque ellos tienen una experiencia común de sufrir en carne propia lo que es estar en la escuela pública hoy, lo que hará de ellos la clase precaria de mañana, porque ellos perciben que serán la clase explorada de mañana”.
Henrique Costa es Maestro en Ciencia Política e graduado en Ciencias Sociales por la Universidade de São Paulo – USP.
La entrevista es de Patricia Fachin | Traducción de Mariana Szájbély.
Lea aquí parte de la entrevista.
imagem cedida pelo entrevistado |
IHU On-Line – ¿Cómo inicio su investigación “Entre el lulismo y el escepticismo: un estudio de caso con prounistas de San Pablo”?
Henrique Costa - Mi intención inicial con esta investigación era tratar de mapear, a partir de la investigación cualitativa, las hipótesis qué André Singer había formulado al respecto del lulismo y de cómo las personas que son beneficiadas con políticas públicas sociales respondían políticamente a eso. Imaginaba inicialmente que había de hecho una repercusión desde el punto de vista electoral. Cuando comencé a investigar y mapear las personas en una universidad privada de San Pablo, noté que el problema era más profundo y que otros aspectos precisaban ser mapeados y comprendidos, y no considerar solamente una adhesión o negación al PT o al lulismo. Decidí hacer una etnografía política, acompañando y entrevistando esos jóvenes estudiantes sobre otros temas y no solamente sobre política, sino también sobre movilidad, educación, trabajo, principalmente la relación entre trabajo y educación. Esa fue una investigación hecha en San Pablo, con alumnos de una universidad y, por lo tanto, no quiero generalizar y decir que todos los alumnos del ProUni piensan de esta manera.
IHU On-Line – ¿Cuáles aspectos nuevos fueron incluidos en la investigación para entender cómo los estudiantes se relacionaban con el ProUni y cómo eso repercute en la política y en la visión que ellos tienen del PT o del lulismo?
Henrique Costa – Cuándo se hace la investigación cualitativa con un abordaje etnográfico, se trata de incluir todos los aspectos que hacen diferencia en la vida de las personas que están siendo objeto de estudio. Entonces, cuando esas personas iban a buscar el ProUni o el Fies, ellas estaban siendo conducidas a esos programas por una serie de otras cuestiones relacionadas a la vida de ellas, como, por ejemplo, la necesidad de trabajar. Las elecciones que ellas tienen, por lo tanto son tomadas a partir de las experiencias que ellas ya tuvieron, por ejemplo, en la escuela pública y en las condiciones de movilidad.
La mayoría de los alumnos que entreviste venía de la Zona Este por causa de la línea de metro, porque la línea roja conecta a Barra Funda, qué es la región más central, a Itaquera, en la Zona Este. Uno de los campus de esa universidad que investigue queda en Barra Funda y en la “boca” del metro, entonces el flujo de estudiantes viene de la Zona Este para la Barra Funda, por cuestiones de practicidad. El otro grupo de estudiantes que entreviste venía de la periferia de la Zona Sur y estudiaban en un campus universitario que queda al lado de un punto de ómnibus. Entonces eso conforma una especie de condicionante para la experiencia universitaria, o sea, ellos condicionan su experiencia universitaria de acuerdo a la manera en que pueden trasladarse. En ese sentido, mi percepción fue que era preciso saber cómo esos estudiantes hacían para ir hasta el lugar de trabajo o del lugar de trabajo para la universidad, porque la experiencia universitaria está condicionada a estos aspectos, del mismo modo que la experiencia en relación a la política también, pues si la persona vive en el extremo de la zona sur, la perspectiva que ella tiene de la ciudad y de la política será diferente a la de la persona que tiene una condición mejor de movilidad. Y si la persona estudió en escuela pública en una región más precaria, eso también va a influenciar su visión.
No sirve solamente preguntar por quién votaron y, con eso, hacer una tabla y tratar de refrendar las posiciones políticas. Si no se entiende que una joven es evangélica pero al mismo tiempo del PCdoB, no se logra percibir adónde se va a llegar. Entonces, es preciso entender que en relación a las cuestiones municipales, esa joven va a tener una percepción porque los evangélicos invierten en las elecciones municipales de San Pablo, y al mismo tiempo ella está afiliada al PCdoB porque su padre era parte del movimiento de vivienda y fue dirigente del PCdoB de Bahía. Con estos datos, es posible llegar a una cuestión geográfica, porque muchas de estas estudiantes son hijas de personas del noreste o son del noreste, lo que entra en la cuestión de referencia que las personas tienen de como el lulismo afectó el noreste. Y a partir de eso se llega a la cuestión: ¿la vida de esas personas mejoró realmente? y ¿las personas van a definir su voto por esa causa? No necesariamente, pues hay otros factores interfiriendo en la decisión.
IHU On-Line - Usted divide los alumnos entrevistados en dos grandes grupos: los del curso de pedagogía y los de los cursos tecnológicos. ¿Cuál es el perfil de esos estudiantes prounistas que usted entrevista y como ellos se manifiestan en relación al ProUni?
Henrique Costa – Esos dos grupos son de la periferia de San Pablo: un grupo mayoritariamente de la Zona Este y otro de la Zona Sur. Pude ver qué, a partir de las experiencias de vida que ellos acumulan en relación al trabajo, al desplazamiento, a las oportunidades, comprenden la política de modos diferentes. El grupo de estudiantes de pedagogía era más viejo y tenía una situación de precariedad mayor por qué pasaba por necesidades más inmediatas en la vida, pero tenía una referencia en el PT a partir de la idea de igualdad en el sentido de que el partido ayudaría a los más pobres a partir del modo como el petismo se desarrollo a lo largo de los años 80, ligado a los grupos de base.
El otro grupo es de tecnólogos, jóvenes que actúan en esa área dinámica del capitalismo, qué es un sector nuevo y que es el resultado de la estructuración productiva ocurrida en los años 90 y que lidia con el trabajo de un modo muy diferente, de forma flexible. Estos jóvenes están insertos en este modelo flexible, cambia mucho de empleo y no son tan pobres cómo las estudiantes de pedagogía, pero trabajan durante el día, estudian a la noche, tienen dificultades en acompañar las clases, los estudios, tienen poca relación con la universidad - a no ser esa relación más pragmática de conseguir el diploma -, están insertos en el mercado del trabajo y buscan el diploma para mantenerse en el mercado. Algunos que entreviste y volví a entrevistar más tarde ya habían desistido del curso a pesar de tener el ProUni. Entonces, ese tipo de situación acaba generando una frustración, con promesas que no pueden ser cumplidas: ellos van a continuar en un mercado qué es muy rotativo y difícilmente conseguirán tener lo que sus padres tuvieron, es decir, un oficio estable, aunque sea en condiciones no ideales. Entonces, eso acaba afectando el razonamiento de ellos en relación a otros aspectos, inclusive en relación a la política.
Las pedagogas, al contrario, vislumbraban en la universidad y en el ProUni una oportunidad de mejorar de vida, porque anteriormente ellas trabajaban cómo niñeras o empleadas domésticas. Por eso la posibilidad de convertirse en profesoras es vista como una mejora para ellas, inclusive, para tener más autonomía.
• La entrevista completa, en portugués, puede ser leída a continuación
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La izquierda optó por la obsolescencia de la transformación social y esa posibilidad no está dada. Entrevista con Henrique Costa - Instituto Humanitas Unisinos - IHU