Una reforma educacional en la capital argentina, que incluye prácticas de trabajo obligatorio, llevó estudiantes a ocupar escuelas como forma de protesto. Inspirada en el sistema alemán, el intento del gobierno de adaptar la enseñanza secundaria al mercado propone la formación de los alumnos en clases y en empresas. De acuerdo con el nuevo plan, todos los estudiantes del sistema público deberán realizar una práctica en el último año, eliminando la cuestión de notas y de repetición.

“Precisamos de una escuela ágil y moderna que los prepare en competencias para adaptarse y aprender a lo largo de sus vidas”, afirmó la ministra de Educación de Buenos Aires, Soledad Acuña.

Además de Argentina, otros países están modificando su sistema educacional en los moldes alemanes. China, India, Rusia, Vietnam y el estado de Minnesota, en los Estados Unidos, firmaron acuerdos de cooperación con el gobierno alemán para incorporar el cambio. Lo que llama la atención es que, en la medida en que el proceso avanza, el alumno aumenta el tiempo de entrenamiento en la empresa y reduce el tiempo de aprendizaje en la escuela, consiguiendo incorporar el proceso productivo en su aprendizaje.

Recientemente, Brasil pasó por un período de manifestaciones de estudiantes cuando fue anunciada la reforma de la Escuela Secundaria brasilera. Entre 2015 y 2016, el movimiento de ocupaciones de alumnos de secundaria, extendido a las universidades, cuestionó la reforma, cuyo objetivo era aproximar al alumno del mercado de trabajo. Sancionada por el presidente Michel Temer en el inicio de este año, la nueva ley que altera la práctica educacional propone un cambio en el currículo de la Enseñanza Secundaria, aumentando la carga horaria para cinco horas por día y permitiendo que 40% del plan de estudios sea elegida por el propio estudiante.

En Perú, donde la huelga de profesores ya dura casi dos meses, entre las quejas de los profesores están el aumento de los salarios con base en 4.000 soles, la concesión de 10% del PBI a la Educación y la revocación de la Ley Magisterial, que establece evaluaciones de los docentes que pueden llevar a despidos.

En Paraguay, los alumnos del sistema público y privado salieron a las calles recientemente para pleitear más inversiones en las escuelas. Además de un presupuesto propio para el ministerio de la educación, ellos piden la implantación de la política nacional de alimentación en las escuelas, más equipamientos para la formación técnica y la adquisición de tabletas para el uso en las clases.

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