Por: João Flores da Cunha | Traducción: Juan Luis Hermida | 14 Outubro 2016
CIUDAD DE MÉJICO: Un informe divulgado el día 9-10-2016 sobre dos masacres perpetrados por miembros del cartel Los Zetas en Méjico, entre 2010 y 2011, reveló la escala de la violencia asociada al narcotráfico en ese país y la incapacidad del Estado mejicano de tratar con ella. Coordinada por Sergio Aguayo, académico del Colegio de Méjico, el estudio investiga el masacre de San Fernando, en 2010, y el de Allende, en 2011. El informe concluye que “el Estado no hizo su tarea” en el esclarecimiento de los crímenes y en el atendimiento a las víctimas.
En 2010, 72 inmigrantes fueron asesinados por el cartel en San Fernando, en el estado de Tamaulipas, en el nordeste del país, que hace frontera con el estado de Texas. Cuatro brasileros estaban entre las víctimas, que intentaban llegar a los Estados Unidos. Esas personas fueron muertas porque había rumores en la época de que el cartel del Golfo, rival de los Zetas, estaba alistando inmigrantes.
En el año siguiente, también por acción del cartel, un número indeterminado de personas desapareció en la ciudad de Allende, en el estado de Coahuila. Oficialmente, fueron 42 – aunque había testigos de que habrían sido 300 personas. El crimen contó con la complicidad de la policía municipal, que permitió la acción de los miembros del cartel, y fue una represalia a la deserción de tres integrantes de la organización criminosa que eran de la región.
Intitulado “En el desamparo. Los Zetas, el Estado, la sociedad y las víctimas de San Fernando, Tamaulipas (2010), y Allende, Coahuila (2011)”, el informe se constituyó como una tentativa de esclarecer esos crímenes, que no fueron investigados por el Estado. El estudio contó con el apoyo de la Comisión Ejecutiva de Atención a las Víctimas (CEAV), órgano conectado al gobierno.
Activista de los derechos humanos, Sergio Aguayo hace parte del Centro de Estudios Internacionales del Colegio de Méjico, una universidad pública. “Méjico vive asediado por la violencia criminosa”, declaró él.
El cartel Los Zetas, que comenzó a actuar en 1999, fue formado por soldados que desertaron del Ejército mejicano. Tiene su base en el estado de Tamaulipas, y es considerado el más violento del país. En Méjico, los carteles ejercen control efectivo sobre parte del territorio y tienen influencia, mediante propina, sobre políticos y sobre las fuerzas de seguridad.
Conoce #EnElDesamparo la investigación sobre las tragedias de San Fernando, Tamaulipas y Allende, Coahuila >> https://t.co/wDPP7hgKJu pic.twitter.com/mw6namfEvc
— ONU-DH México (@ONUDHmexico) 12 de outubro de 2016
La ejecución en masa de los inmigrantes en San Fernando y los desaparecimientos de decenas de personas en Allende son episodios que pertenecen al cotidiano de un país marcado por la violencia extrema y por la incapacidad del Estado de ofrecer seguridad a sus ciudadanos. Según el informe, “los gobiernos municipales fueron cómplices de graves violaciones a los derechos humanos, el gobierno de Tamaulipas fue indiferente y el de Coahuila, insuficiente.”
El cártel de Los Zetas sí masacró personas en Coahuila con la ayuda de la policía municipal. https://t.co/Kqu5EqC4gR
— Sin Embargo (@SinEmbargoMX) 10 de outubro de 2016
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Informe sobre las masacres expone la violencia e impunidad en Méjico - Instituto Humanitas Unisinos - IHU